lunes, 10 de noviembre de 2025

REFLEXIÓN -- Domingo 33 del Tiempo Ordinario.C 17 de noviembre de 2025

 

LA ESPERANZA DEL FUTURO

“A vosotros, los que teméis mi nombre, os iluminará un sol de justicia y hallaréis salud a su sombra” (Mal 3,20). El profeta Malaquías anuncia el juicio de Dios sobre los hombres y sobre la historia. Los orgullosos y los malhechores serán como la paja que consume el fuego. Pero los justos serán iluminados por el sol de la justicia. 

El salmo responsorial proclama que Dios es un juez justo. Los justos no deben temer su llegada:  “El Señor llega para regir la tierra, para regir a los pueblos con rectitud” (Sal 97,9).

Al parecer, a  los fieles de Tesalónica les preocupaba pensar que el juicio de Dios estaba ya muy próximo. Así que algunos decidieron dejar de trabajar. Es famosa la reacción de san Pablo ante esa dejadez: “Si alguno no quiere trabajar, que no coma” (2 Tes 3,7-12).   

 TESTIMONIO DE FIDELIDAD

El evangelio de hoy señala que algunos contemporáneos de Jesús se quedaban admirados por la belleza del templo de Jerusalén, que desde los días de Herodes el Grande estaba siendo reconstruido con magnificencia (Lc 21,5-19).

Pero el comentario de Jesús fue muy tajante:De esto que contempláis, llegarán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida”. Ante esta profecía los oyentes preguntaron cuándo iba a ocurrir aquel desastre.  Pero Jesús no señaló una fecha.

Sin embargo, mencionó algunos fenómenos cósmicos y algunas revueltas sociales que podrían dar a entender que se acercaba el final de los tiempos. Además, Jesús anunció las persecuciones que habrían de afectar a los que siguieran sus pasos.

Serían denunciados por sus vecinos y hasta por sus mismos familiares. Y, al igual que le ocurrió al mismo Jesús, sus seguidores tendrían que comparecer ante las autoridades religiosas y civiles. Con todo, los sufrimientos por causa del nombre del Señor serían una ocasión para dar testimonio de su fidelidad al Maestro. 

TRES AVISOS  

Los discípulos de Jesús le preguntaron expresamente: “Maestro, ¿Cuándo va a ser eso?”. Pero, en lugar de satisfacer esa curiosidad tan razonable, Jesús dejó tres avisos que son válidos para los creyentes de todos los tiempos:

• “No vayáis tras ellos”. A lo largo de los siglos muchos se han presentado como profetas, anunciando tremendos fenómenos que atemorizan a las gentes Pero los seguidores de Jesús no deben prestar atención a esos pretendidos salvadores de la humanidad. La salvación está en seguir al Señor.

 • “No tengáis pánico”. En todo tiempo y lugar, los seguidores de Jesús  serán acosados y perseguidos. Tendrán que contar con calumnias y acusaciones de todo tipo. Pero han de superar el temor y aprender a remar contra corriente. Ser testigos implica estar ahí y ser diferentes. 

• “Con vuestra perseverancia salvaréis vuestras almas”. Salvarán su alma quienes sigan fielmente a su Salvador.  Salvar el alma es descubrir el sentido de la vida y celebrarlo un día tras otro. La esperanza del futuro exige mantener en el presente la fidelidad al Señor. 

- Señor Jesús, conocemos la debilidad de las grandes construcciones humanas y la falsedad de los que se arrogan el papel de salvadores de la humanidad. Nosotros creemos que tú eres el único Salvador. Queremos escuchar tu voz y dar testimonio de tu palabra. Amén.

José-Román Flecha Andrés