Jr 23,5-8:
“Reinará como rey prudente; hará justicia y derecho en la tierra”
Mt 1,18-24:
“Él salvará a su pueblo de sus pecados”
DICIEMBRE
18
El
nacimiento de Jesucristo fue así: María, su madre, estaba comprometida para
casarse con José; pero antes de vivir juntos se encontró encinta por el poder
del Espíritu Santo. José, su esposo, que era un hombre justo y no quería
denunciar públicamente a María, decidió separarse de ella en secreto. Ya había
pensado hacerlo así, cuando un ángel del Señor se le apareció en sueños y le
dijo: “José, descendiente de David, no tengas miedo de tomar a María por
esposa, porque el hijo que espera es obra del Espíritu Santo. María tendrá un
hijo y tú le pondrás por nombre Jesús. Se llamará así porque salvará a su
pueblo de sus pecados”. Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor
había dicho por medio del profeta: “La virgen quedará encinta, y tendrá un hijo
al que pondrán por nombre Emanuel” (que significa: “Dios con nosotros”). Cuando
José despertó, hizo lo que el ángel del Señor le había ordenado, y tomó a María
por esposa. Pero no hicieron vida conyugal hasta que ella dio a luz a su hijo,
al que José puso por nombre Jesús.
Preparación: La segunda
de las antífonas mayores reconoce a Jesús como la revelación del Dios que liberó
a los hebreos y les dio los mandamientos, que reflejan y continúan su alianza
con el pueblo. Jesús es el “Dios con nosotros”. Un Dios que conoce nuestra
miseria y nuestro pecado. Y sin embargo, se nos revela como lleno de
misericordia. La oración de hoy ha de ayudarnos a aceptarlo como Salvador.
Lectura: • Según la
profecía de Jeremías, el Mesías
esperado sería totalmente diferente de los malos guías que había tenido que
soportar Israel. Él había de reinar como rey prudente; él traería la justicia y
el derecho a la tierra. En este mundo muchos de los que luchan por derribar un
gobierno injusto, se limitan a ajusticiar a los que no piensan como ellos. • En
el evangelio aparece la figura de José de Nazaret, que es calificado como
justo. Se le pide que acoja a María y al hijo que ella espera. José será el
encargado de ponerle el nombre de
“Jesús”, que significa “Dios salva”. La justicia que distinguirá la vida y las
obras de Jesús se podrá identificar con
la misericordia.
Meditación: Hay muchos
rasgos que convierten a José de Nazaret en modelo para los cristianos. • En
primer lugar, José es un hombre justo, aunque perplejo y turbado. Sin embargo,
sabe escuchar la voz de Dios y ajustar a ella su conducta. La fe, en efecto,
nos revela el sentido de la existencia. • En segundo, lugar, José es el hombre
silencioso que hace posible el nacimiento del que es la Palabra misma de Dios.
También nuestro silencio puede ser mediación para que la voz de Dios resuene en
nuestro mundo. • En tercer lugar, como ha dicho el Papa Francisco (19.3.2013),
José es el custodio de María y de Jesús. Un modelo siempre actual para nuestra
responsabilidad de custodios de los demás y custodios de los mejores valores
que Dios ha depositado en nosotros.
Oración: “Oh Adonai,
Pastor de la casa de Israel, que te apareciste a Moisés en la zarza ardiente y
en el Sinaí le diste tu ley, ¡ven a librarnos con el poder de tu brazo!”
Contemplación: En su carta
encíclica “Salvados en Esperanza”, el papa Benedicto XVI mencionaba tres
escuelas en las que es posible el aprendizaje de la esperanza: la oración, el
sufrimiento y la meditación sobre el juicio final. • Las lecturas de la misa de
hoy identifican el juicio de Dios con la salvación. Eso indica el mismo nombre
de Jesús que hoy contemplamos. • Un nombre que es como el aceite, como decía
san Bernardo. El aceite nos alimenta, suaviza nuestras heridas y nos ilumina en
la noche. Según él, nada se puede decir ni cantar que sea más suave y más
bello, más gozoso y más dulce que el nombre de Jesús. Bastaría repetirlo con el
corazón para quedar sumergidos en el misterio que él anuncia.
Acción: Preguntarnos qué
podemos hacer, como personas y como grupo, respecto al nombre de Jesús. • Para anunciarlo de forma creíble. • Para
celebrarlo dignamente en los sacramentos de nuestra fe. • Y para hacer posible
y visible, con el servicio de la caridad y la justicia, la salvación que ese
nombre significa.
José-Román Flecha Andrés
José-Román Flecha Andrés