sábado, 27 de diciembre de 2014

LECTIO DIVINA-DOMINGO SAGRADA FAMILIA. B


Domingo
Sagrada Familia

Eclo 3,2-6.12-14: “El que teme al Señor honra a sus padres”
Col 3,12-21: “Tened paciencia unos con otros y perdonaos”
Lc 2,22-40: “Y el niño crecía y se hacía más fuerte y más sabio, y gozaba del favor de Dios”

 Cuando se cumplieron los días (…), llevaron al niño a Jerusalén para presentarlo al Señor (…) En aquel tiempo vivía en Jerusalén un hombre llamado Simeón (…) El Espíritu Santo estaba con él y le habia hecho saber que no moriría sin ver antes al Mesías (…) Simeón fue al templo. Y cuando los padres del niño entraban (…), Simeón lo tomó en brazos y alabó a Dios diciendo: “Ahora, Señor, tu promesa está cumplida: ya puedes dejar que tu siervo muera en paz. Porque he visto la salvación que has comenzado a realizar ante los ojos de todas las naciones, la luz que alumbrará a los paganos y que será la honra de tu pueblo Israel”. El padre y la madre estaban admirados de lo que Simeón decía acerca del niño (…) Cuando ya habían cumplido con la ley del Señor, regresaron a (…) Nazaret. Y el niño crecía y se hacía más fuerte y más sabio, y gozaba del favor de Dios.

DICIEMBRE 28

Preparación: Se repite con frecuencia que la familia humana es la célula primaria de la sociedad. Es la fuente de la vida y la primera escuela de valores morales. Para muchos de nosotros, la familia ha sido la “iglesia doméstica”, en la que hemos aprendido, celebrado y vivido la fe. Demos gracias a Dios por el don de nuestras familias y pidamos que las familias de hoy descubran los ideales de paz y de fe que refleja la palabra de Dios.

Lectura: En el libro del Eclesiástico y en la carta a los Colosenses se recogen algunos consejos relativos a la vida en familia. Consejos antiguos y siempre actuales para hacer posible una sana convivencia humana. El evangelio nos dice que en la persona de Jesús de Nazaret, Dios ha entrado en este mundo. Y ha entrado precisamente por el cauce de una familia humana muy concreta. También la familia de José, María y Jesús cumple lo prescrito por la ley de Moisés. Pero el Espíritu de Dios interviene para señalar un nuevo camino a su fe.   En el seno de su familia, Jesús crece en edad y en sabiduría, pero vive en sintonía con la voluntad de Dios.  

Meditación: La escena de la presentación de Jesús en el Templo nos sitúa en un doble plano.  Su familia cumnple la ley de Moisés. Pero Simeón es guiado por el Espíritu Santo.  Ahí la nueva alianza empieza a sustituir a la antigua. Así que la llegada de Jesús divide la historia. Simeón es presentado como un profeta que descubre al Mesías bajo la apariencia de un niño normal como todos los que llegan al templo.  Por último, se nos dice que Jesús vive en una familia muy humana, pero creyente. Crece como los demás adolescentes, va adquiriendo conocimientos y, sobre todo, una sintonía con el querer de Dios.    

Oración: “Dios, Padre nuestro, que has propuesto la Sagrada Familia como ejemplo a los ojos de tu pueblo, concédenos que, imitando sus virtudes domésticas y unidos por los lazos del amor, lleguemos a gozar de los premios eternos en el hogar del cielo”. Amén.

Contemplación: El 5 de enero de 1964, el papa Pablo VI visitaba la basílica de la Anunciación, en Nazaret. Allí nos exhortaba a contemplar la Familia de Jesús, María y José. Y a recoger algunos fragmentos de la lección de Nazaret. Una lección de silencio que nos enseñe el recogimiento, la interioridad y la capacidad para escuchar para iniciarnos en “la oración que solo por Dios es vista en el secreto” . Una lección de vida doméstica que nos enseñe el carácter sagrado e inviolable de la familia. Y una lección de trabajo que nos ayude a “comprender y celebrar la ley severa y redentora de la fatiga humana”.


Acción: Damos gracias por nuestras familias. Pero hemos de estar dispuestos a modificar las “estructuras de pecado” que dañan la vida familia, que la hacen a veces inhumana y la apartan de los valores e ideal del evangelio.
                                                                                     José-Román Flecha Andrés