viernes, 23 de mayo de 2014

LECTIO DIVINA-SÁBADO 5º DE PASCUA-A


Hch 16,1-10
Jn 15,18-21

En aquel tiempo dijo Jesús: “Si el mundo os odia, sabed que a mí me odió primero. Si fuerais del mundo, la gente del mundo os amaría como ama a los suyos. Pero yo os escogí de entre los que son del mundo, y por eso el mundo os odia, porque ya no sois del mundo. Acordaos de lo que os dije: ‘Ningún sirviente es más que su amo.’ Si a mí me han perseguido, también a vosotros os perseguirán; y si han hecho caso a mi palabra, también harán caso a la vuestra. Todo esto van a haceros por mi causa, porque no conocen al que me envió”.

Preparación: La clave del testimonio cristiano está en “estar en el mundo sin ser del mundo”. Se nos envía para estar presentes, siendo diferentes. Continuamente se nos tienta para que adoptemos los criterios de lo políticamente correcto. Pero en ese caso, el anuncio del evangelio no será fermento en la masa ni luz en las tinieblas. Es preciso remar contracorriente. Ya ha dicho el Papa Francisco que “corriente abajo hasta los cadáveres flotan”.

Lectura: En la primera lectura se recuerda cómo Pablo eligió a Timoteo para la misión que a él mismo le había sido confiada. Y vemos cómo el Espíritu lo va conduciendo a él mismo paso a paso hacia el occidente. El evangelio nos recuerda que esa misión, que también se nos confía ahora a nosotros,  nunca habrá de ser fácil. La persecución, más o menos velada, está prevista ya en el envío a la misión.

Meditación: En su exhortación La alegría del Evangelio  ha escrito el Papa Francisco: “Evangelizamos también cuando tratamos de afrontar los diversos desafíos que pueden presentarse. A veces éstos se manifiestan en verdaderos ataques a la libertad religiosa o en nuevas situaciones de persecución a los cristianos, las cuales en algunos países han alcanzado niveles alarmantes de odio y violencia” (n. 61). Esta observación nos recuerda que Cristo fue odiado y también lo serán sus discípulos. El odio a la fe y a los creyentes demuestra que los perseguidores no han conocido al Dios de Jesucristo. 

Oración: Señor, tú nos has precedido por el camino de la cruz. Sabemos que la tarea de la evangelización no es fácil y que muchos evangelizadores serán maltratados y hasta condenados a muerte. Danos la firmeza para permanecer fieles a ti y a tu evangelio. Amén. 

Contemplación: Contemplamos a Jesús en el salón donde ha celebrado la ultima cena con sus discípulos y escuchamos su discurso de despedida. Jesús no promete a sus discípulos honores y prebendas. No les oculta la persecución que habrán de afrontar por fidelidad al Evangelio. Pero tampoco les oculta la alegría que les espera si se mantienen fieles a la misión que se les confía. En su Comentario al Evangelio de San Juan, escribe San Agustín: “Aquellos que llevan a cabo persecuciones, odios, etc. por el nombre de Cristo son tanto más infelices cuanto son más felices aquellos que las soportan en su nombre” (88,2).

Acción: En el contexto del Evangelio que hoy se proclama, sería oportuno recordar a nuestros mártires, por ejemplo, con la ayuda de una película como Un Dios prohibido o alguna otra.

                                                
                                                                                        José-Román Flecha Andrés