viernes, 2 de mayo de 2014

LECTIO DIVINA -SÁBADO 2º PASCUA-A. Santos Felipe y Santiago








1Co 15,1-8
Jn 14,6-14

En aquel tiempo Jesús dijo: “Yo soy el camino, la verdad y la vida. Solamente por mí se puede llegar al Padre. Si me conocéis, también conoceréis a mi Padre; y desde ahora ya le conocéis y le estáis viendo”. Felipe le dijo entonces: “Señor, déjanos ver al Padre y con eso nos basta”. Jesús le contestó: “Felipe, ¿tanto tiempo hace que estoy con vosotros y todavía no me conoces? El que me ve a mí ve al Padre: ¿por qué me pides que os deje ver al Padre? ¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí? Las cosas que yo os digo no las digo por mi propia cuenta. El Padre, que vive en mí, es el que hace su propia obra. Creedme que yo estoy en el Padre y el Padre en mí; si no, creed al menos por las propias obras. Os aseguro que el que cree en mí hará también las obras que yo hago; y hará otras todavía más grandes, porque yo voy al Padre. Y todo lo que pidáis en mi nombre yo lo haré, para que por el Hijo se manifieste la gloria del Padre. Yo haré cualquier cosa que me pidáis en mi nombre”.

Preparación: Hoy celebramos la fiesta de los apóstoles Felipe, hermano de Andrés, y Santiago, el hijo de Alfeo, llamado también el Menor. Es una buena ocasión para ver cómo los discípulos del Señor son testigos de su resurrección.

Lectura:  En la primera lectura, San Pablo recuerda a los Corintios que Cristo murió por nuestros pecados, según las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día según las Escrituras y se apareció a Cefas y mas tarde a los Doce. He ahí el contenido de la tradición recibida que él quiere trasmitir. Esta fiesta de dos Apóstoles se encuadra en el ambiente de las celebraciones pascuales. El Evangelio nos recuerda las conversaciones que el evangelio de Juan coloca en el marco de la última cena del Señor. Una pregunta de Felipe da origen a una de las revelaciones más importantes de Jesús: Quien le ve a él ve al Padre.

Meditación: La respuesta de Jesús a Felipe contiene tres puntos que nos afectan a todos los creyentes. • En primer lugar, uno puede pasar mucho tiempo al lado de Jesús sin llegar a conocer quién es y cuál es su misión. • En segundo lugar, Jesús afirma que en él se nos revela el Padre. Al Padre nadie lo ha visto. Pero a través de Jesús podemos descubrir el rostro del Padre, es decir, su misericordia y su bondad, pero también su voluntad de salvación respecto a nosotros. • En tercer lugar Jesús nos dirige una pregunta que es una interpelación a la fe de cada uno de nosotros: “¿No crees que yo estoy en el Padre y el Padre en mí?” Esa relación entre Jesús y el Padre, ya se había manifestado en el Bautismo de Jesús y en su Transfiguración. Esa relación fundamenta nuestra oración al Padre por medio de Jesucristo.

Oración: Señor Jesús, te reconocemos como nuestro hermano y nuestro Señor. Por tu relación con el Padre, te proclamamos como el  mediador entre él y nosotros.  En ti vemos al Padre. Y en ti esperamos que él nos vea y nos escuche a nosotros, sus hijos. Amén. 

Contemplación: En esta fiesta miramos a los apóstoles, elegidos por Jesús. Son hombres sencillos. Ante ellos se desarrollaba el misterio de Dios y el misterio del Mesías. No era fácil percibir aquella hondura y aquella misión. Pero no nos escandaliza su aparente rudeza. Gracias a sus dificultades y a sus dudas, nosotros podemos contemplar a Jesús. E invocarlo como nuestro camino hacia la verdad de la vida sin término.

Acción: Leer el Evangelio de Juan 1, 43-45 y también Juan 12, 20-26 para saber un poco más sobre el apóstol Felipe. Leer también Hechos de los Apóstoles 15, 13-21 para ver qué decidió Santiago en un momento muy importante para los seguidores de Jesús.
                                                                            José Román Flecha Andrés