EL GRANO DE MOSTAZA
“Si tuvierais fe como un granito de mostaza, diríais a esa morera:
“Arráncate de raíz y plántate en el mar”, y os obedecería”.
(Lc 17,5)
1.
En
nuestra sociedad muchos manifiestan abiertamente que han perdido la fe. ¿Qué
razones dan para justificar esa perdida?
2.
¿Las
personas que han encontrado la fe y dicen practicarla, dan muestras evidentes
de la belleza de ese hallazgo?
3.
Jesús
conocía la pequeñez del grano de mostaza. ¿Presumimos de la grandeza de nuestra
fe cuando Jesús trata de manifestar la “eficacia” de esta virtud?
4.
¿Qué
puede significar esa imagen hiperbólica de la obediencia de la morera a la voz
de los que tienen fe, aunque parezca insignificante?
5.
¿Con
la idea del amo que decide servir a sus criados no estará Jesús explicando la
fuerza de la fe que cambia nuestros habituales hábitos y criterios?
6.
Si
tuviéramos una fe más sincera, ¿Qué acciones tendríamos que llevar a cabo, por
difíciles que parezcan?
7. ¿Cómo puedo pedir al Señor que me conceda una fe capaz de cambiar mis rutinas, mis prejuicios y mis cansancios?
José-Román Flecha
3.