lunes, 28 de julio de 2025

CADA DÍA SU AFÁN - 2 de agosto de 2025


EL HAMBRE COMO ARMA DE GUERRA

El día 30 de junio de este año 2025, el papa León XIV ha dirigido un interesante mensaje a los participantes en el XLIV período de sesiones de la conferencia de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), que este año cumple ochenta años de su fundación. He aquí las ideas principales.

1. El problema de la inseguridad alimentaria y la malnutrición sigue representando uno de los mayores desafíos de nuestro tiempo.

2. En la narración llamada “multiplicación de los panes”, el verdadero milagro realizado por Cristo fue mostrar que la clave para derrotar el hambre estriba más en el compartir que en el acumular codiciosamente.

3. Aunque la tierra es capaz de producir alimentos suficientes para todos los seres humanos, es lamentable que tantos pobres del mundo sigan careciendo del pan nuestro de cada día.

4. Hoy asistimos al inicuo uso del hambre como arma de guerra. Se queman tierras, se roba el ganado y se bloquea la ayuda para controlar a poblaciones inermes. Matar de hambre a la población es una forma muy barata de hacer la guerra.

5. Los primeros objetivos militares pasan a ser las redes de suministro de agua y las vías de comunicación. Los agricultores no pueden vender sus productos en entornos amenazados por la violencia y la inflación se dispara.

6. Mientras los civiles enflaquecen por la miseria, las cúpulas políticas engordan con la corrupción y la impunidad.  

7. Las personas mueren de hambre. Es urgente adoptar medidas eficaces que les permitan mirar su presente y su futuro con serenidad y confianza y no solo con resignación.

8. Las crisis políticas, los conflictos armados y las perturbaciones económicas empeoran la crisis alimentaria, dificultan la ayuda humanitaria y comprometen la producción agrícola local.

9. Se desvían recursos que podrían erradicar la pobreza y el hambre para dedicarlos a la fabricación y el comercio de armas. Así se fomentan ideologías cuestionables, se enfrían las relaciones humanas, se envilece la comunión y se ahuyenta la fraternidad y la amistad social.

10. Por tanto, es necesario un diálogo, donde las partes implicadas tengan no solo la voluntad de hablarse, sino también de escucharse, de comprenderse mutuamente y de actuar de forma mancomunada. 

Según el Papa, es preciso que nos convirtamos en artesanos de la paz, trabajando por el bien común, por lo que favorece a todos y no solamente a unos pocos, que son siempre los mismos.

Para garantizar la paz y el desarrollo, entendido como la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones que sufren el hambre, la guerra y la pobreza, son necesarias acciones concretas, arraigadas en planteamientos serios y con visión de futuro.  

                                                                                    José-Román Flecha Andrés