LA PIEDRA Y LA IGLESIA
“Tú eres Pedro, y sobre esta
piedra edificaré mi Iglesia,
y el poder del infierno no la derrotará”
(Mt 16,18)
1.
¿Qué
nos sugiere el hecho de que Jesús haya decidido dar a Simón el nombre de Pedro,
es decir “Roca”?
2.
¿Esa
denominación de Pedro es un obstáculo para reconocer a Jesús como “la piedra
angular que desecharon los constructores” (Hech 4,11)?
3.
¿Esa
elección de Simón Pedro nos ayuda a nosotros a comprender la dimensión humana y
divina de la Iglesia?
4.
¿Cómo
hemos de comportarnos si somos piedras vivas que Dios ha elegido para construir
un templo espiritual (1 Pe 2,5-9)?
5.
¿En
este momento concreto de la historia percibimos de alguna manera la fuerza y el
poder del infierno?
6.
¿Qué
exige de cada uno de nosotros esa frase con la que Jesús asegura que el poder
del infierno no podrá derrotar a su Iglesia?
7. ¿Y yo cómo vivo mi pertenencia a esa comunidad de la Iglesia que Jesús quiso vincular a la persona y la misión de Simón Pedro?
José-Román Flecha