miércoles, 1 de enero de 2025

CADA DÍA SU AFÁN - 4 de enero de 2025

                     

LA PUERTA SANTA

Según una tradición de muchos siglos, el año 2025 había de ser un Año Santo. Ya en 2022, monseñor Rino Fisichella anunció que el lema del Jubileo 2025 sería “Peregrinos de la esperanza”.

Y esa es la idea que se transmite en la bula de convocación del Jubileo, titulada “La esperanza no defrauda”. En ella el papa Francisco expresa su deseo de que el Jubileo pueda ser un momento de encuentro vivo y personal con el Señor Jesús, que es nuestra verdadera puerta de salvación.

En la tarde del día 24 de diciembre el Papa abrió la puerta santa de la basílica de San Pedro, en el Vaticano. A continuación, en la misa que solemos llamar del gallo, dijo que el jubileo nos invita a pasar por la puerta del perdón de Dios.

En la bula ya citada, el Papa subraya la urgencia de promover la esperanza frente a los dramas de la guerra, del invierno demográfico y de la explotación y destrozo de la casa común. Y añade que a lo largo de este año jubilar habrá que ofrecer verdaderos signos de esperanza

• El primer signo de esperanza deberá ser la paz para el mundo, que vuelve a encontrarse sumergido en la tragedia de la guerra, que él califica constantemente como una derrota.

• Otro signo de esperanza habría de ser el amor a la vida, en un momento señalado por una preocupante disminución de la natalidad y una dramática inclinación a la cultura de la muerte.

• Además, en el año jubilar estamos llamados a ser signos tangibles de esperanza para quienes viven en condiciones de penuria, para los enfermos, los jóvenes, los migrantes, exiliados, desplazados y refugiados, los ancianos, los pobres y los hambrientos.

• El Papa pensaba en los presos. De hecho, proponía “formas de amnistía o de condonación de la pena, orientadas a ayudar a las personas para que recuperen la confianza en sí mismas y en la sociedad”.

Pues bien, el día 26, en un contexto muy familiar con relación a los detenidos y las detenidas, el papa Francisco cumplió su deseo de abrir la puerta santa en una cárcel: la cárcel de Rebibbia, la más grande de Italia. Quería subrayar con ese gesto que es preciso ofrecer gestos creíbles de esperanza.

Una vez más ha recordado que “la esperanza es como un ancla del alma, sólida y firme, que penetra más allá del velo, allí mismo donde Jesús entró por nosotros, como precursor”.

El domingo, día 29 de diciembre, ha tenido lugar en todas las diócesis del mundo la apertura del Año Jubilar. En muchas de ellas esa celebración ha sido cuidadosamente preparada. Se ha abierto la puerta santa del perdón y de la caridad.

Es de esperar que el testimonio de los fieles y de las diversas asociaciones cristianas pueda ser levadura de genuina esperanza, anuncio de cielos nuevos y tierra nueva, donde habiten la justicia y la concordia.

                                                                                José-Román Flecha Andrés