LA BÚSQUEDA DE JESÚS
“Quien honra a su padre expía sus pecados, 4y quien respeta a su madre es como quien acumula tesoros” (Eclo 3,2-4). Estas máximas recogen lo mejor de la experiencia humana. El respeto al padre y a la madre son prueba de sabiduría.
Además,
este texto bíblico se refiere expresamente a Dios. “Al que honra a su madre, el
Señor lo escucha”. Es muy importante esa alusión a la divinidad. El amor que se
vive en las relaciones familiares es una especie de culto. Amar a la familia es
un acto de oración.
Según
la mentalidad hebrea de aquel tiempo, el salmo 127 promete el premio de una
familia numerosa a los fieles que temen al Señor y siguen sus caminos.
En la carta a los Colosenses (Col 3,12-21) se exhorta a los fieles a vivir unas armoniosas relaciones familiares, porque esto es agradable al Señor.
LOS TRES DÍAS
• El
evangelio que hoy se proclama (Lc 2,13-23) insinúa que la familia de Nazaret es
fiel a las prácticas religiosas y sociales de su pueblo. Jesús dirá un día que
no había venido a abolir la Ley de Moisés, sino a llevarla a su cumplimiento.
Los relatos evangélicos de la infancia dan fe del espíritu religioso en el que
creció.
•
Además, el texto anota que José y María pasaron por los temores y angustias de
tantos padres y madres que sienten la pérdida de sus hijos. Jesús afirmará
muchas veces que vive la voluntad de su Padre celestial. Este relato de la
infancia alude a esa conciencia de Jesús que reconoce y confiesa su íntima
relación con el Padre.
• Por otra parte, este relato evangélico anticipa ya el misterio de la pasión y muerte de Jesús. En ambos casos, Jesús permanece tres días “perdido”. En ambos casos, el encuentro tiene lugar mientras él explica las Escrituras. Ahora es encontrado por su familia y un día será él quien vaya al encuentro de sus discípulos.
LAS PREGUNTAS
En
el momento del encuentro de Jesús en el templo de Jerusalén se produce un
interesante cruce de preguntas entre María y Jesús.
•
“Hijo, ¿por qué nos has tratado así?” Parece que María no llega a comprender
los motivos que han podido impulsar a su Hijo. Muchos creyentes dirigen a Dios
una pregunta semejante. La oración puede ayudarnos a descubrir los planes del
Señor.
•
“¿Por qué me buscabais?” Esta es la primera pregunta de Jesús que aparece en el
evangelio de Lucas. La búsqueda es una actitud típica de los creyentes. Pero
todos los que buscan a Dios han de plantearse alguna vez las verdaderas razones
de su búsqueda.
•
“¿No sabíais que yo debía estar en la casa de mi Padre?” Esta segunda pregunta
de Jesús se dirige a todos los que creen conocerlo. Jesús confiesa que la Ley
de Dios es su casa y que la Casa de Dios es su ley. Su vocación y su misión es
estar al servicio del Padre.
-
Padre de los cielos, te damos gracias por el don de nuestras familias y te
pedimos que las acompañes en la difícil tarea de lograr una convivencia
realmente humana. Hazte presente en sus vidas y ayúdalas a encontrarte cuando tengan
la sensación de haberte perdido. Y a todos los que te buscamos con sincero
corazón concédenos la gracia de encontrarte. Amén.
José-Román Flecha Andrés