EL PODER DE SATANÁS
“¿Cómo
va a echar Satanás a Satanás?”
(Mc 3,23)
1.
Todos hemos oído que “no hay que hacer
el mal para que suceda el bien”. ¿Reconoce nuestra sociedad el valor de aquella
antigua sentencia?
2.
¿Estamos realmente convencidos de que
“el fin no justifica los medios”, tanto en la vida pública como en el
comportamiento privado?
3.
¿No hemos criticado alguna vez una acción buena,
aduciendo para ello una mala intención del agente que no podemos demostrar?
4. ¿No es verdad que, al igual de lo que hicieron los escribas,
pretendemos cubrir de fango las intenciones y las acciones de las personas que
no piensan como nosotros?
5.
¿Qué puede significar en el día de hoy atribuir a los creyentes
un poder que se dice derivado del mismo demonio?
6.
Por otra parte, ¿Qué podemos hacer, como individuos y
como estructuras, para expulsar del mundo lo demoníaco que nos impide alcanzar
la felicidad?
7. ¿Personalmente, ruego a Dios que en su misericordia no permita que yo adore a los ídolos que me alejan de él?
José-Román Flecha