EL PARADIGMA TECNOCRÁTICO Y LAS REDES
El día 26 de agosto de este año 2023 el papa Francisco
recibió a los participantes en el encuentro anual de la Red Internacional de
Legisladores Católicos, que tenía como tema “Los desafíos del paradigma
tecnocrático dominante”. He aquí un resumen de las ideas del Papa:
1. Este paradigma induce a las personas, y especialmente
a los jóvenes, a un uso equivocado de la propia libertad. Muchas personas son impulsadas
a ejercer un control que no es una custodia responsable de los “objetos”
materiales o económicos, de los recursos naturales de nuestra casa común y aun
de las relaciones entre las personas.
2. Esta “cosificación” se realiza a través de
opciones cotidianas que parecen neutrales, pero nos llevan a un tipo de vida que
repercute de forma negativa sobre los sujetos más pobres y frágiles de la
sociedad.
3. A estas cuestiones y a sus desafíos responde la doctrina
social de la Iglesia al subrayar el
valor y la dignidad que Dios mismo ha concedido a la persona humana.
4. Es sabido que una “red” trata de poner en conexión a
las personas, haciéndolas conscientes de pertenecer a algo que es más grande que
ellas.
5. Las plataformas mediáticas y los medios de comunicación
son redes que a veces usan prácticas deshumanizadoras, como la difusión de
noticias falsas, el fomento de actitudes de odio y división, la propaganda
partidista, la reducción de las relaciones humanas a algoritmos. También favorecen
falsos sentimientos de pertenencia, sobre todo entre los jóvenes, que pueden llevar
al aislamiento y a la soledad.
6. Este uso
equivocado del encuentro virtual puede ser superado solo por una cultura del
encuentro auténtico, que implica el respeto y la escucha recíproca, también
ante quien tiene opiniones divergentes de las propias.
7. Pero “hacer red” no quiere decir solamente juntar a
las personas, sino habilitarlas para alcanzar un objetivo común. Así hizo Jesús
al invitar a los discípulos a echar juntos las redes para conseguir una pesca
abundante.
8. Poner en conexión y buscar un fin común son dos
fuerzas -una centrípeta y otra centrífuga- que, sostenidas por el Espíritu Santo,
unen a las personas en comunión fraternal, y las empujan a la misión común de proclamar
gozosamente el evangelio.
9. Ahora bien, una “red” verdaderamente cristiana no solo
orienta a las verdades que liberan a la persona, sino que ofrece modelos para
sus actividades.
10. En conclusión, es preciso ofrecer una alternativa creíble a la tiranía tecnocrática que nos induce a apropiarnos de los recursos de la naturaleza y de la existencia humana, disminuyendo nuestra capacidad de tomar decisiones y de vivir una vida auténticamente libre.
José-Román Flecha Andrés