LOS SABIOS Y LOS
PEQUEÑOS
“Te doy gracias
Padre, Señor del cielo y de la tierra,
porque has
escondido estas cosas a los sabios y entendidos
y se las has revelado a los pequeños”
(Mt 11,25)
1.
Son muchos los que dicen que les resulta
difícil orar. ¿No podríamos aprender de esta sencilla oración de Jesús?
2.
Con mucha frecuencia podemos observar
que en nuestras oraciones nos limitamos a pedir favores y ayudas a Dios. ¿Por
qué son tan poco frecuentes las oraciones de acción de gracias?
3.
¿Cuáles son las cosas que permanecen
escondidas para los poderosos y los afortunados, para los sabios y entendidos
de este mundo?
4.
En nuestra sociedad son valorados los
que brillan por sus conocimientos, sus riquezas o su habilidad. ¿Por qué piensa
Jesús que Dios ha revelado sus misterios a los pequeños?
5.
¿Seríamos capaces de adivinar cuáles son
esos misterios que el Padre celestial ha revelado a las gentes más sencillas de
este mundo?
6.
¿Podríamos dedicar un tiempo a recordar
las lecciones y los testimonios que hemos recibido de las personas más
sencillas y con frecuencia marginadas?
7. ¿Y yo estoy dispuesto a escuchar y poner en práctica las enseñanzas que todos los días recibo de los pobres y de las personas más humildes de nuestra sociedad?
José-Román Flecha