OBREROS PARA LA MIES
“Rogad al Señor de la mies que mande
trabajadores a su mies”
(Mt 9,38)
1.
Es muy
sugerente la imagen de la mies para representar el trabajo de la misión. ¿Imaginamos
la tarea de la evangelización como ese trabajo de siembra de los granos y siega
de las espigas?
2.
¿Qué
actitudes se requieren del evangelizador en esa doble tarea de la siembra y de
la siega?
3.
¿Somos
conscientes de la enorme amplitud de la mies que ha sido confiada por el Señor
a sus discípulos?
4.
¿Pensamos
que los trabajadores designados por la imagen de las mieses son unos pocos
“misioneros” o somos conscientes de que todos los creyentes hemos sido
convocados a realizar ese trabajo?
5.
A
pesar de las máquinas modernas, la siembra siempre requiere esperanza y
paciencia. ¿Nos anima en el esfuerzo imaginar la alegría de la siega y la
mención de los que vuelven alegres “trayendo las gavillas”?
6.
Pensamos solamente que las mieses son los
demás y nosotros somos los esforzados jornaleros o consideramos que también nosotros
somos la mies que ha de ser cultivada y recogida por los enviados de parte del
Señor?
7.
De todas formas, ¿olvidamos que se nos exhorta
a orar para que el Señor envíe trabajadores a los campos de la mies?