lunes, 24 de mayo de 2021

CADA DÍA SU AFÁN 29 de mayo de 2021

 

CRISTIANOS EN LA POLÍTICA

 En la tercera parte de su carta Octogesima adveniens (14.5.1971), el papa Pablo VI ofrecía algunas pautas sobre las actitudes de los cristianos ante la economía y la política.

1. Según él, la Iglesia no interviene ante los problemas sociales para apoyar una estructura, pero no se limita a recordar unos principios generales.

La doctrina social de la Iglesia surge de la reflexión sobre las situaciones concretas a la luz del Evangelio, para suscitar la voluntad de servicio y la atención a los más pobres (OA 42).

2. Esa reflexión exige instaurar una mayor justicia en la distribución de los bienes, en el plano nacional y en el internacional.

Hay que permitir a cada país promover su propio desarrollo, mediante una cooperación exenta de todo espíritu de dominio, económico y político. Y revisar la distribución de la producción, la estructura del comercio, el control de los beneficios y la ordenación del sistema monetario  (OA 43).

3. El Papa se refería a las empresas multinacionales, que pueden llevar a cabo estrategias sin control desde el punto de vista del bien común y conducir a una nueva forma de dictadura económica en el campo social, cultural e incluso político (OA 44). 

4. Hoy es necesario un cambio de los corazones y de las estructuras. Las personas solo conseguirán la libertad por medio de un amor que las lleve a cultivar el hábito del servicio a los demás.

Sin ese hábito, solo se llega a un cambio de amos que, “instalados en el poder, se rodean de privilegios, limitan las libertades y permiten otras formas de injusticia” (OA 45).

5. Desde el punto de vista de la fe, la actividad económica puede ser fuente de fraternidad y signo de la Providencia divina, dar origen al diálogo y suscitar la cooperación.

La economía corre el riesgo de absorber las energías de la libertad. Por eso, es necesario el paso de la economía a una política que procure la realización del bien común, superando los intereses particulares (OA 46).   

6. La política ofrece a los cristianos un camino serio y difícil para cumplir el deber de servir a los demás.

Si se dedican a la política han de ser fieles al Evangelio y  dar un testimonio de su fe mediante un servicio eficaz y desinteresado a la humanidad (OA 46).

7. Frente a una tecnocracia creciente, hay que inventar formas de democracia moderna. Para ello, cada persona necesita la posibilidad de informarse, de expresar su opinión y de comprometerse en una responsabilidad común (OA 47).

El Papa observa que hoy la libertad se entiende como reivindicación de la propia autonomía, en oposición a la libertad de los demás. Pero la verdadera libertad implica comprometerse y afanarse en una solidaridad activa. Solo entregándose al Dios que la libera, la persona encuentra la libertad restaurada en la muerte y en la resurrección del Señor.

                                                                                José-Román Flecha Andrés