SENTIR CON LA IGLESIA
El día 24 de enero, con ocasión de la Jornada
Mundial de la Juventud que se ha desarrollado en Panamá, el papa Francisco
dirigió un interesante discurso a los obispos de Centroamérica.
El
Papa recordó la figura de san Óscar Romero, a quien ha canonizado junto con
Pablo VI el día 14 del pasado mes de octubre. El lema que monseñor Romero escogió
para su escudo episcopal y que preside su lápida reza así: “Sentir con la
Iglesia”.
1. Ese lema implica amar a la Iglesia, como
la madre que nos ha engendrado. Ese amor
nace de acoger un don totalmente gratuito, que no nos pertenece y que nos
libera de toda pretensión y tentación de creernos sus propietarios o únicos
intérpretes. No hemos inventado la Iglesia, ella no nace con nosotros y seguirá
sin nosotros.
2. Ahora bien, este amor, que es adhesión y
gratitud a la Iglesia, implica vivir cerca del pueblo de Dios. Hay que aprender
y escuchar los latidos del pueblo, percibir “el olor” de los hombres y mujeres
de hoy hasta quedar impregnado de sus alegrías y esperanzas, de sus tristezas y
angustias y así escudriñar la Palabra de Dios.
3. Sentir con la Iglesia es vivir la
“kénosis”, es decir el abajamiento de Cristo. “Las
redes sirven para crear vínculos, pero no raíces, son incapaces de darnos
pertenencia, de hacernos sentir parte de un mismo pueblo. Sin este sentir,
todas nuestras palabras, reuniones, encuentros, escritos serán signo de una fe
que no ha sabido acompañar la kénosis del Señor, una fe que se quedó a mitad de
camino, cuando no termina siendo una religión de un Dios sin Cristo, de un
Cristo sin Iglesia y de una Iglesia sin pueblo”.
4. La Jornada Mundial de la Juventud es una
oportunidad única para salir al encuentro de los jóvenes. Con ellos podremos
leer de modo renovado nuestra época y reconocer los signos de los tiempos. Con
ellos podemos visualizar cómo hacer más visible y creíble el Evangelio en el
mundo que nos toca vivir.
5. El Papa ha citado una frase que Georges
Bernanos nos dejó en su novela Diario de un cura rural: «El verdadero dolor que sale del hombre,
pertenece en primer lugar a Dios». En ese contexto, lamentó la desertización
cultural y las tragedias de los
migrantes y exhortó a los obispos a tender puentes entre las comunidades y a
prestar atención a sus sacerdotes.
6. Manifestó, además, que le preocupa comprobar
que la compasión ha perdido centralidad en la Iglesia, incluso en grupos
católicos.
7. Finalmente, según el Papa, “sentir con la Iglesia es sentir con el pueblo fiel, el
pueblo sufriente y esperanzador de Dios”. Tras citar una idea de San Ignacio,
añadió que “la pobreza es madre y muro porque custodia sobre todo nuestro
corazón para que no se deslice en concesiones y compromisos que debilitan la
libertad y parresía a la que el Señor nos llama”.
José-Román Flecha Andrés