MENSAJE A LOS JÓVENES
Con vistas a la jornada anual
de los jóvenes, el papa Francisco les dirigió
este año un mensaje centrado en estas palabras del canto de María: “El
Todopoderoso ha hecho cosas grandes en mí” (Lc 1,49). En él sobresalen estas ideas:
1. Hoy no necesitamos
«jóvenes-sofá». “María no es la clase de
personas que para estar bien necesitan un buen sofá donde sentirse cómodas y
seguras. No es una joven-sofá. Si su prima anciana necesita una mano, ella no
se demora y se pone inmediatamente en camino”.
2. Al saludo de Isabel, María responde con el canto del Magnificat (cf. Lc 1,46-55).
“La oración de María es revolucionaria, es el canto de una joven llena de fe,
consciente de sus límites, pero que confía en la misericordia divina”.
3. María es casi una
adolescente, pero alaba de corazón a su pueblo. “Ser joven no significa estar
desconectado del pasado. Nuestra historia personal forma parte de una larga
estela, de un camino comunitario que nos ha precedido durante siglos”.
4. El Papa pregunta a los
jóvenes: “¿Cómo “guardáis” en vuestra memoria los acontecimientos, las
experiencias de vuestra vida? ¿Qué hacéis con los hechos y las imágenes
grabadas en vuestros recuerdos?... No hay santo sin pasado, ni pecador sin
futuro. La perla nace de una herida en la ostra. Jesús, con su amor, puede
sanar nuestros corazones”.
5. No vale dejar los
recuerdos en una “nube” virtual. Que los sucesos del pasado se conviertan en
una realidad dinámica, para reflexionar sobre ella y sacar una enseñanza y un
sentido para nuestro presente y nuestro futuro.
6. “Tener un pasado no es lo
mismo que tener una historia”. ¿Cuántos de nuestros recuerdos construyen realmente
nuestra memoria? ¿Cuántos son significativos para nuestros corazones y nos
ayudan a dar sentido a nuestra existencia?”
7. Hay que detenerse a “recordar
los momentos hermosos, los desafíos, lo que nos ha salido bien y, también, lo
que nos ha salido mal”. Ante Dios, manifestamos nuestra gratitud, arrepentimiento y confianza, anotándolos en una
especie de diario espiritual.
8. El Papa invita a los
jóvenes a “rezar en la vida, con la vida y sobre la vida”. A
cantar un Magnificat totalmente suyo y hacer de su vida un don para toda la
humanidad… De ahí la importancia de conocer bien la Biblia, la Palabra de Dios.
9. “María nos enseña a vivir
en una actitud eucarística, esto es, a dar gracias, a cultivar la alabanza y a
no quedarnos sólo anclados en los problemas y las dificultades. En la dinámica
de la vida, las súplicas de hoy serán mañana motivo de agradecimiento”.
10. La anciana Isabel ayuda a
María a comprender mejor a Dios. Por eso pregunta el Papa: “¿Os dais cuenta de
la extraordinaria fuente de riqueza que significa el encuentro entre los
jóvenes y los ancianos?... Vosotros, jóvenes, tenéis la fuerza; los ancianos,
la memoria y la sabiduría”.
José-Román Flecha Andrés