lunes, 17 de octubre de 2016

CADA DÍA SU AFÁN 22 de octubre de 2016

                                                           
DOMINGO MISIONAL

La Jornada Mundial de las Misiones goza de una enorme simpatía en toda la Iglesia. El mensaje que el Papa Francisco nos ha dirigido lleva por título “Iglesia misionera, testigo de misericordia”. He aquí algunas de sus ideas fundamentales:
1. “Todos estamos invitados a «salir», como discípulos misioneros, ofreciendo cada uno sus propios talentos, su creatividad, su sabiduría y experiencia en llevar el mensaje de la ternura y de la compasión de Dios a toda la familia humana. En virtud del mandato misionero, la Iglesia se interesa por los que no conocen el Evangelio, porque quiere que todos se salven y experimenten el amor del Señor”.
2. Las misiones evidencian el amor de Dios, nuestro Padre, que es misericordioso con todos y ama a todos los pueblos. Además nos recuerdan que Jesucristo revela el rostro del Padre rico en misericordia. Y el Espíritu Santo nos ayuda a ser misericordiosos como nuestro Padre celestial, para amar como él nos ama y hacer de nuestra vida un signo de su bondad.
3. Las misiones presentan a la Iglesia como la comunidad que vive mirada y elegida por Cristo con amor misericordioso, para vivir de él y para darlo a conocer a la gente “en un diálogo respetuoso con todas las culturas y convicciones religiosas”.
 4. En este año, el Papa evoca la vocación misionera de las mujeres y de las familias. Ellas comprenden mejor los problemas de la gente en el cuidado de la vida, “poniendo más interés en las personas que en las estructuras y empleando todos los recursos humanos y espirituales para favorecer la armonía, las relaciones, la paz, la solidaridad, el diálogo, la colaboración y la fraternidad”.
5. La tarea misionera es también una labor de promoción social. “En muchos lugares, la evangelización comienza con la actividad educativa…Se forman así personas capaces de evangelizar y de llevar el Evangelio a los lugares más insospechados”.
6. Como mirando a los que desconfían de la tarea misionera, añade el Papa Francisco que “la fe es un don de Dios y no fruto del proselitismo; crece gracias a la fe y a la caridad de los evangelizadores que son testigos de Cristo”. 
7. Una observación final. La labor misionera es especialmente necesaria en este momento “si tenemos en cuenta la cantidad de injusticias, guerras, crisis humanitarias que esperan una solución. Los misioneros saben por experiencia que el Evangelio del perdón y de la misericordia puede traer alegría y reconciliación, justicia y paz”. 
   Así pues, la llamada de las misiones no puede ser ignorada por ningun cristiano. “No dejemos de realizar también hoy este gesto de comunión eclesial misionera. No permitamos que nuestras preocupaciones particulares encojan nuestro corazón, sino que lo ensanchemos para que abarque a toda la humanidad”.
                                                                José-Román Flecha Andrés