martes, 9 de diciembre de 2014

CADA DÍA SU AFÁN - 14 DE DICIEMBRE DE 2014

                                      TAREA SOBRE LA FAMILIA

La Asamblea General Extraordinaria del Sínodo de Obispos, celebrada en octubre en Roma estaba dedicada a la familia. La “Relación Sinodal”, publicada al final, da gracias a Dios por la  fidelidad con que tantas familias cristianas responden a su vocación y misión con alegría y con fe y recuerda a las que se encuentran cara a cara con la propia soledad.  Tras afirmar que “la familia adquiere, para la Iglesia, una importancia absolutamente especial”, la Relación se articula al modo de una catequesis.
          • En una primera parte, el texto analiza los desafíos que el contexto social y cultural lanza hoy a la familia, tanto en las sociedades  acomodadas como en las que están en vías de desarrollo. Junto al drama de la pobreza, de la soledad, del individualismo  y de la fragilidad afectiva se recuerdan las  crisis de la pareja y la mentalidad antinatalista.  Estos y otros problemas actuales  nos recuerdan que los “grandes valores del matrimonio y de la familia cristiana se corresponden con la búsqueda que caracteriza a la existencia humana, incluso en un tiempo marcado por el individualismo y por el hedonismo”. 
• En la segunda parte se resume el Evangelio de la familia. La página bíblica sobre la creación del ser humano y la palabra de Jesús nos enseñan que “la indisolubilidad del matrimonio   no ha de entenderse, ante todo, como yugo impuesto a los hombres, sino como don hecho a las personas unidas en matrimonio”. 
          El Concilio y los papas posteriores afirman  la verdad y belleza de la familia y piden misericordia hacia las familias heridas y frágiles. La Iglesia está llamada a “revelarles la divina pedagogía de la gracia en sus vidas y ayudarlas a alcanzar la plenitud del plan de Dios en ellas”. 
• En la tercera parte, la Relación sinodal nos invita a repensar la tarea  de “anunciar el Evangelio de la familia hoy, en los diferentes contextos”, como pueden ser los cursos  prematrimoniales o el acompañamiento en los primeros años de la vida matrimonial.
Es necesario prestar mayor atención pastoral a quienes viven en el matrimonio civil o en convivencias y tratar de ayudar a las familias heridas, a los separados, divorciados no casados de nuevo, divorciados casados de nuevo, así como a las familias monoparentales y a las personas con orientación homosexual y a sus propias familias.
La Relación recuerda también los problemas relativos a la transmisión de la vida y los problemas que comporta la caída de la natalidad. Finalmente se incluye un apartado sobre el desafío educativo y el papel de la familia en la evangelización.
          Estas cuestiones y perspectivas habrán de madurarse y precisarse en las Iglesias locales con vistas a la Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos, prevista para octubre de 2015. Grupos parroquiales, movimientos y diversas instancias de reflexión y de catequesis de adultos tienen aquí un buen programa de trabajo para este año. 
                                                            José-Román Flecha Andrés