sábado, 17 de mayo de 2014

EL HOMBRE Y LA VIDA

EMBRIONES PARA CURAR
CUESTIONES ÉTICAS

La noticia de la clonación  de embriones humanos en el estado norteamericano de Oregon, durante el pasado mes de mayo de 2013, ha suscitado un grave problema ético. En efecto, los investigadores producirían embriones humanos para destruirlos después.
Es verdad que tratan de tranquilizar a la opinión pública diciendo que no se pretende crear seres humanos clonados, sino obtener células troncales con fines terapéuticos. En realidad se apela a la falsa justificación que afirma que el fin justifica los medios. La inmoralidad está en el hecho, no en sus aplicaciones.

DOCTRINA DE LA IGLESIA

La Iglesia Católica ha sido muy parca en declaraciones sobre cuestiones biotecnológicas muy especializadas. 
Publicada por la Congregación para la Doctrina de la Vida (22.2.1987),  la instrucción “Donum Viate” se formula algunas cuestiones sobre el respeto debido a los embriones humanos. En el n. 6 menciona algunas formas de manipulación humana como las formas híbridas de fecundación y gestación, así como el proyecto de construcción de úteros artificiales.
En la apreciación del documento, “estos procedimientos son contrarios a la dignidad del ser humano propia del embrión y, al mismo tiempo, lesionan el derecho de la persona a ser concebida y nacer en el matrimonio y del matrimonio”.
Pues bien, en este mismo contexto se alude a otras posibilidades de procreación humana, entre las cuales se incluye alguna forma de clonación: “También los intentos y las hipótesis de obtener un ser humano sin conexión alguna con la sexualidad mediante ‘fisión gemelar’, clonación, partenogénesis, deben ser considerados contrarios a la moral en cuanto que están en contraste con la dignidad tanto de la procreación humana como de la unión conyugal”  
 
ALGUNAS OBJECIONES

En el año 1997, la Pontificia Academia para la Vida, que acoge a expertos de fama mundial, publicó una nota en la que afronta los problemas éticos relacionados con la clonación humana. He aquí solo tres de las objeciones aducidas en contra de la clonación de embriones humanos:
- Constituye una radical manipulación de la procreación humana, tanto en su aspecto biológico como en el propiamente personalista que incluye la relación y la complementariedad.
- Con la clonación se introduce en la procreación humana la lógica de la producción industrial.
- El proceso de la clonación implicaría la supresión de numerosos embriones o fetos que, después de su creación, fueran considerados poco aptos para su desarrollo ulterior.
 En este caso dicen que no se trata de producir seres humanos, sino de obtener células a partir de los embriones humanos. Para justificar el proceso se ven obligados a negar la dignidad humana a esos embriones.
De todas formas, el razonamiento se limita a formular un juicio ético a partir de las consecuencias técnicas, sin tener en cuenta la moralidad objetiva de la misma operación técnica.  Como si el ser humano ya no perteneciera al reino de los fines y entrara con vergüenza en la provincia de los medios.
El bueno de Immanuel Kant se moriría de pena ante esta degradación admitida como un paso de avance y de progreso.

                                                                    José-Román Flecha Andrés