TEOLOGÍA PARA LOS LAICOS
Hace
unos años, el Sínodo de la Diócesis de León ya había mostrado una laudable
preocupación por la formación teológica de los laicos. Como se sabe, esa
preocupación ha sido también subrayada por el Documento Final del Sínodo sobre
la Sinodalidad.
En él
se pide que sea una formación integral, continua y compartida “en la que
participen juntos hombres y mujeres, Laicos, Consagrados, Ministros Ordenados y
los que se forman para el Ministerio Ordenado, que les permita crecer en el
conocimiento y estima mutuos y en la capacidad de colaborar”.
Con
este motivo, el P. Luis Ángel de las Heras, CMF, Obispo de León, ha publicado
una carta en la que presenta el programa de estudios teológicos que ofrece el Instituto
Superior de Teología de Astorga y León (ISTAL), afiliado a la Facultad de
Teología de la Universidad Pontifica de Salamanca.
Con
el fin de facilitar el acceso de laicos y consagrados a los estudios de
filosofía y teología con titulación académica, se implanta el horario de
tarde del ISTAL. En ese centro “se puede cursar el Grado o Bachillerato en
Teología y la Licenciatura en Estudios eclesiásticos (filosofía y
teología), con los títulos que otorga la Universidad Pontificia de
Salamanca”.
La
oferta debería resultar muy interesante para muchas personas de las dos
diócesis que patrocinan este centro.
Según
el Obispo de León, “el plan de estudios del ISTAL está orientado a formar en
las dimensiones humana, intelectual, espiritual y pastoral tanto de los
candidatos al ministerio ordenado como de otros miembros del pueblo de Dios que
quieran formarse académicamente para desarrollar su corresponsabilidad
bautismal en la Iglesia con una preparación muy cualificada”.
En
realidad, el nuevo horario de las clases, que se imparten en la sede del
Seminario Mayor de San Froilán de León, podría ayudar a los alumnos y alumnas a
“enriquecer su patrimonio formativo cristiano con nuevas materias o la
actualización de algunas otras”.
No
solo eso, sino que “el ISTAL sigue ofreciendo los cursos para obtener la
Declaración Eclesiástica de Competencia Académica (DECA), que capacita para
ser profesor o profesora de Religión Católica en infantil y primaria”.
Con demasiada frecuencia, se observa una
alarmante falta de formación cristiana aun en muchos católicos comprometidos
con el ejercicio de su fe y de su misión.
Esta es una buena noticia y una excelente oferta para la formación teológica de tantas personas que andan buscando una buena orientación para su fe en estos tiempos marcados por la llamada “cultura líquida”.
José-Román Flecha Andrés