LA CUSTODIA DE LA CREACIÓN
El Borgo Laudato si’ es una sección de los jardines de la villa vaticana en
Castel Gandolfo. Fue creado por el papa Francisco con el fin de ayudar a los
peregrinos y visitantes a sumergirse en la belleza de la creación y a promover
una mayor responsabilidad con relación a la casa común.
Pues bien, en la belleza de esa
“catedral” de la naturaleza, el papa León XIV ha celebrado el día 9 de julio de
2025 la santa misa, usando el nuevo formulario por la custodia de la creación.
Con palabras espontáneas dijo que “tenemos que pedir por la conversión de muchas personas, tanto
dentro como fuera de la Iglesia, que aún no reconocen la urgencia de cuidar
nuestra casa común”.
Refiriéndose al episodio evangélico de la
tempestad calmada por Jesús, añadió que “él sigue calmando la tormenta. Su
poder no perturba, sino que crea; no destruye, sino que llama a la existencia,
dando nueva vida”. Al dirigirse al viento y al mar, manifiesta “un poder que se
impone a aquellas fuerzas ante las cuales las criaturas se sienten perdidas”.
Los que pertenecemos al cuerpo de Cristo, que es
la Iglesia, creemos que “nuestra misión de custodiar la creación, de llevarle
paz y reconciliación, es su misma misión: la misión que el Señor nos ha
confiado. Nosotros escuchamos el clamor de la tierra y de los pobres, porque
este clamor ha llegado al corazón de Dios. Nuestra indignación es su
indignación, nuestro trabajo es su trabajo”.
El Papa recordaba también las palabras del salmo
29: “¡La voz del Señor sobre las aguas! El Dios de la gloria hace oír su
trueno: el Señor está sobre las aguas torrenciales. ¡La voz del Señor es
potente, la voz del Señor es majestuosa!”. Y añadía que “esta voz obliga a la
Iglesia a ser profética, incluso cuando exige la audacia de oponernos al poder
destructivo de los príncipes de este mundo. La alianza indestructible entre el
Creador y las criaturas moviliza nuestra inteligencia y nuestros esfuerzos para
que el mal se convierta en bien, la injusticia en justicia y la codicia en
comunión”.
El papa León recordó cómo san Francisco de Asís
llamaba a las criaturas hermano, hermana, madre. “Solo una mirada contemplativa
puede cambiar nuestra relación con las cosas creadas y sacarnos de la crisis
ecológica que tiene como causa la ruptura de las relaciones con Dios, con el
prójimo y con la tierra, a causa del pecado”.
Como ya es habitual, el papa León XIV concluyó su
homilía citando las palabras con las que san Agustín, en sus Confesiones,
asocia a las cosas creadas y al hombre en una alabanza cósmica: “Oh Señor, te
alaban tus obras para que te amemos, y te amamos para que te alaben tus obras”.
Por nuestra parte, en este momento hacemos nuestro el deseo del Papa para que “esta sea la armonía que difundimos en el mundo”.
José-Román Flecha Andrés