EL PASTOREO
“Apacienta mis
corderos?
Apacienta mis ovejas”
(Jn 21,15.17)
1.
Hoy
es difícil ver un rebaño de ovejas y corderos. ¿Seremos capaces de imaginar la
experiencia del pastoreo?
2.
Jesús
parece examinar la seriedad y la verdad del afecto que Simón Pedro dice profesarle.
¿No nos dirige el Señor cada día esa misma pregunta?
3.
¿Responden
nuestras actitudes y nuestras responsabilidades personales a las palabras con
las que afirmamos nuestra fe?
4.
¿En
un mundo marcado por la indiferencia ante los demás y por el desinterés ante lo
religioso, qué puede significar una declaración de amor a Jesucristo?
5.
En
un momento en el que nos ha tocado asistir a la muerte de un papa y a la
elección de otro, ¿oramos con sinceridad por el pastoreo que les ha sido
confiado?
6.
¿Estamos
dispuestos a reconocer y agradecer la responsabilidad que ha sido confiada al
obispo de Roma frente al rebaño del Señor?
7.
¿Y
yo estoy preparado para reconocer con humildad y coherencia el papel que me
corresponde en el rebaño del Señor?
José-Román Flecha