LA INTELIGENCIA HUMANA El día 28 de enero de este año 2025 la Santa Sede ha publicado la nota Antiqua
et nova sobre la relación entre la inteligencia artificial y la
inteligencia humana. En ella se dice que
la inteligencia artificial (IA) está
diseñada para aprender y adoptar determinadas decisiones de forma autónoma,
adecuándose a nuevas situaciones y aportando soluciones no previstas por sus
programadores. Esta nueva situación lleva a la humanidad a cuestionarse su
identidad y su papel en el mundo. Se reconoce que la IA puede
complementar y sustituir las capacidades humanas en muchos ámbitos, como el
análisis de datos, el reconocimiento de imágenes y el diagnóstico médico. La
IA tiene capacidades sofisticadas para llevar a cabo tareas, pero
no la de pensar. Frente a ella, la nota Antiqua et nova considera en primer lugar la
concepción cristiana de la inteligencia humana. Recordando la tradición filosófica y teológica, afirma que la
inteligencia humana no es una facultad aislada, sino que se ejercita en las
relaciones y encuentra su plena expresión en el dialogo, en la colaboración y
en la solidaridad. “Aprendemos con los otros, aprendemos gracias a los otros”. • Aunque la Verdad en sí misma excede los
límites del intelecto humano, este se siente irresistiblemente atraído hacia
ella. Impulsado por esta atracción, el ser humano se ve llevado a buscar “una
verdad más profunda”. En Dios todas las verdades obtienen su sentido más
elevado y original. • Además, Dios ha llamado a los seres humanos a
asumir un papel peculiar: cultivar
y hacerse cargo del mundo. Mediante su inteligencia y habilidad
cooperan con Dios para guiar la creación hacia el propósito al que él la ha llamado,
mientras que el mismo mundo ayuda a la mente humana a ascender hasta el sumo
principio que es Dios. • La inteligencia humana es parte integrante
del modo en el que toda la persona se involucra en la realidad. Un auténtico
involucrarse implica abarcar la totalidad del ser: espiritual, cognitivo,
corporal y relacional. • Como observa el Papa Francisco, “en el tiempo
de la inteligencia artificial no podemos olvidar que para salvar lo humano
hacen falta la poesía y el amor”. La inteligencia humana incluye también la
posibilidad de gustar de aquello que es verdadero, bueno y bello. Con el
poeta francés Paul Claudel, se puede decir que «la inteligencia es nada sin
deleite» • Para los creyentes, la inteligencia humana
posee una dimensión contemplativa, es decir una apertura a lo Verdadero, lo Bueno
y lo Bello, más allá de cualquier utilidad particular. Por eso, habrá que tener en cuenta algunas
líneas de acción para que el desarrollo y el uso de la IA respete la dignidad
humana y promueva el desarrollo integral de la persona y de la
sociedad. |