martes, 12 de noviembre de 2024

CADA DÍA SU AFÁN - 16 de noviembre de 2024

LA ORACIÓN DEL POBRE 

El domingo, 17 de noviembre se celebrará la Jornada Mundial de los Pobres. Con ese motivo, el papa Francisco ha publicado un mensaje inspirado por la frase “La oración del pobre sube hasta Dios”, tomada del libro del Eclesiástico (21,5). He aquí algunas de sus ideas más importantes:

1.La esperanza cristiana abraza la certeza de que nuestra oración llega hasta la presencia de Dios; pero no cualquier oración: ¡la oración del pobre! Que la oración sea camino para entrar en comunión con ellos y compartir su sufrimiento.

2.Los pobres tienen un lugar privilegiado en el corazón de Dios.  Como Padre, él cuida de los que más lo necesitan: los pobres, los marginados, los que sufren, los olvidados. Pero nadie está excluido de su corazón, ya que, ante él, todos somos pobres y necesitados.  

3.¡Cuántos nuevos pobres produce esta mala política hecha con las armas, cuántas víctimas inocentes!    

4.En este año dedicado a la oración, necesitamos hacer nuestra la oración de los pobres y rezar con ellos. La opción preferencial por los pobres debe traducirse principalmente en una atención religiosa privilegiada y prioritaria

5.Todo esto requiere un corazón humilde, que tenga la valentía de convertirse en mendigo. Un corazón dispuesto a reconocerse pobre y necesitado. El verdadero pobre es el humilde.  El pobre, no teniendo nada en que apoyarse, recibe fuerza de Dios y en él pone toda su confianza.  

6.A los pobres que habitan en nuestras ciudades y forman parte de nuestras comunidades les digo: ¡no pierdan esta certeza! Dios está atento a cada uno de ustedes y está a su lado. No los olvida ni podría hacerlo nunca.  

7. La Jornada Mundial de los Pobres incita a todos los creyentes a escuchar la oración de los pobres, tomando conciencia de su presencia y su necesidad.    

8.Los pobres tienen mucho que enseñar porque, en una cultura que ha puesto la riqueza en primer lugar y que sacrifica la dignidad de las personas sobre el altar de los bienes materiales, ellos reman contracorriente, poniendo de manifiesto que lo esencial en la vida es otra cosa.

9.La oración, por tanto, halla la confirmación de su propia autenticidad en la caridad que se hace encuentro y cercanía. Sin embargo, la caridad sin oración corre el riesgo de convertirse en filantropía que pronto se agota.  

10. En camino hacia el Año Santo, exhorto a cada uno a hacerse peregrino de la esperanza. No nos olvidemos de cuidar los pequeños detalles del amor: saber detenerse, acercarse, dar un poco de atención, una sonrisa, una caricia, una palabra de consuelo.

Así pues, estamos llamados en toda circunstancia a ser amigos de los pobres, siguiendo las huellas de Jesús, que fue el primero en hacerse solidario con los últimos.  

                                                                                     José-Román Flecha Andrés