LA VIGILANCIA
“Velad, porque no sabéis el día ni la hora”.
(Mt 25,13)
1.
Muchos de los desastres naturales, el
estallido de las guerras y casi todos los accidentes nos sorprenden
desprevenidos. ¿Por qué vivimos tan despreocupados?”
2.
¿La atención al pasado y el interés por
recuperar la memoria histórica no nos estarán llevando a ignorar los desafíos
del presente?
3.
¿Tenemos en cuenta que la fe es
incomprensible y estéril si no suscita y mantiene la virtud de la esperanza?
4.
Jesús nos prometió estar con nosotros
todos los días hasta el final de los tiempos, ¿Hemos aprendido a descifrar los
signos de los tiempos que indican su presencia?
5.
Las lámparas antiguas no lucían si no tenían
aceite. ¿Qué le falta a nuestra vida cristiana cuando no ilumina el ambiente en
que vivimos?
6.
Las jóvenes que tienen sus lámparas
apagadas dirigen una súplica al esposo, pero no son escuchadas. ¿Nos dice algo
esa imagen para evaluar nuestra oración?
7.
Jesús nos exhorta a mantener la
vigilancia porque no sabemos el día y la hora de su venida. ¿Actúo
personalmente como si cada día y cada momento fuese la hora de su
manifestación?
Jose-Román Flecha