EL SÍNODO Y LA DIÓCESIS
Con la misa
celebrada en la basílica de San Pedro del Vaticano el domingo día 29 de octubre
de este año 2023 concluía la asamblea
general ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Como se sabe, en
esta ocasion el Sínodo estaba dedicado precisamente a reflexionar sobre el tema
de “Una Iglesia sinodal en misión”.
El informe
publicado el día 28 de octubre ha sido leído por muchísimas personas a lo largo
y ancho del mundo. Y es claro que cada visitante ha ido buscando las respuestas
y las propuestas sobre una cuestión o un proyecto que le interesaba
especialmente.
Con motivo de la
Jornada dedicada a la Diócesis es oportuno intentar descubrir si hay en el
Informe alguna orientación concreta sobre esta comunidad.
El Sínodo no ofrece
una reflexión teológica sobre la Diocesis, en la que hemos recibido el don de
la fe, se ha alimentado nuestra
esperanza y se nos exhorta a vivir cada día el amor a Dios y el amor a nuestro
prójimo.
Los padres y las
madres sinodales, como se ha llamado a los participantes en esta asamblea, se
han fijado en necesidades muy concretas y en propuestas que consideraban
urgentes también par las diócesis.
1. En primer
lugar han recordado que las diócesis han sido la primera plaraforma para la
reflexión y el ejercicio de la misma sinodalidad de la Iglesia.
2. Se dice que el Consejo episcopal y el
Consejo pastoral diocesano deben hacerse obligatorios, y los organismos
diocesanos de corresponsabilidad deben hacerse más operativos.
3. Se ha
subarayado la necesidad de que las diócesis promuevan y organicen estructuras
adecuadas para la formación permanente de todos los fieles, sacerdotes,
religiosos, religiosas y laicos.
4. Muchos laicos ya organizan y animan
comunidades pastorales, sirven como educadores de la fe, teólogos y formadores,
animadores espirituales y catequistas, y participan en diversos organismos
parroquiales y diocesanos.
5. Además, los
participantes en la asamblea han anotado que no se puede dejar de lado la
creación de consejos parroquiales y diocesanos en los que todos se vean
reflejados.
6. Ya al final
del informe se dice que “debemos considerar las implicaciones de la
nueva frontera misionera digital para la renovación de las estructuras
parroquiales y diocesanas existentes. En un mundo cada vez más digital, ¿cómo
podemos evitar convertirnos en prisioneros de la lógica de la conservación y
liberar en cambio energías para nuevas formas de ejercicio de la misión?”
Es interesante constatar que la perspectiva
diocesana ha estado presente en las deliberaciones y propuestas de la asamblea
sinodal. Y ha estado presente con voces que invitan a la esperanza y sugieren
la renovación. Seguramente
habrán de ser escuchadas.