FELICIDAD EVANGÉLICA
“Bienaventurados
vuestros ojos porque ven
y vuestros oídos porque oyen”
(Mt 13,16)
1.
Las bienaventuranzas son expresiones que
reflejan las cualidades y los valores que aprecia quien las pronuncia. ¿A qué
personas se considera afortunadas en nuestra sociedad?
2.
En la bienaventuranza que Jesús dirige a
sus discípulos proclama dichosos los ojos y los oídos de los que lo acogen.
¿También hoy se percibe y se valora la actitud de los que creen en Jesucristo?
3.
¿Se consideran a sí mismos felices los
que han recibido el don de la fe, caminan en la esperanza y se saben nacidos
del amor y para el amor?
4.
Los sentidos corporales, como la vista y
el oído, han sido imaginados como las celosías o las ventanas del alma. ¿Qué
pasos deberíamos dar para que perciban la presencia de Dios en nuestra propia
experiencia?
5.
¿Las familias que se consideran cristianas
ayudan a sus hijos a descubrir la bienaventuranza y la dicha que nacen de la fe
en Jesucristo?
6.
¿La vida, los documentos y la catequesis
de la Iglesia dan testimonio ante el mundo de la felicidad que comporta vivir
según el Evangelio?
7.
¿Personalmente, yo me considero
bienaventurado por haber recibido el don de la fe y doy testimonio humilde,
constante y agradecido de esa felicidad?
José-Román Flecha