PERDER Y ENCONTRAR
“El que
encuentre su vida la perderá,
y el que pierda
su vida por mí la encontrará”.
(Mt 10,39)
1.
¿No vemos que con demasiada frecuencia, la avaricia y la codicia llevan a la
persona a abrazar los bienes que ha conseguido, como si en ello pudiera
encontrar la vida y su sentido?
2.
¿Por qué nos cuesta tanto comprender que ni la codicia genera dignidad, ni la
traición al ideal comporta la felicidad?
3.
Jesús nos dice que quien pierda su vida por él, la encontrará. ¿Estamos
decididos a mantenernos fieles a la fe aun con el riesgo que esa fidelidad
puede comportar para la propia vida?
4.
¿No vemos a personas que dicen mantenerse fieles a la fe, pero en la práctica
no la viven y aun la abandonan o no dan ejemplo de ella?
5.
¿No es cierto que muchos de nosotros esperamos encontrar un premio palpable e
inmediato a nuestro buen comportamiento?
6.
¿Oramos alguna vez por las personas que están entregando cada día su vida en el
servicio a las personas que sufren o pasan necesidad?
7.
¿Y yo me doy cuenta de lo que significa para mí encontrar en Jesucristo la vida
que he decidido entregar por él y por mis hermanos?
José-Román Flecha