SIGNIFICADO
DE LA PATERNIDAD RESPONSABLE
El día 25 de julio de 1968, el papa
Pablo VI publicaba su famosa encíclica Humana
vitae. Así que recientemente se han
cumplido cincuenta años de la aparición de aquel documento profético.
Tras exponer las características peculiares
del amor conyugal, el Papa expone el significado de la paternidad responsable, teniendo en cuenta las diversas
referencias que implica.
• En relación con los procesos biológicos de la procreación, la
paternidad responsable significa conocer y respetar sus funciones. Los esposos no deben ignorar
las condiciones que permiten al ser humano dar la vida. Claro que la información
requiere también formación.
• En relación con las tendencias del instinto y de las pasiones
humanas, la paternidad responsable comporta el dominio necesario de la razón y
de la voluntad sobre esas tendencias, para que puedan ser realmente
humanas.
• En relación con las condiciones físicas, económicas,
psicológicas y sociales de los cónyuges, la paternidad responsable implica
la deliberación ponderada y generosa de tener una familia numerosa. Y también
la decisión de evitar un nuevo nacimiento, siempre que sea tomada con
responsabilidad y respeto a las normas morales.
• En relación el orden moral objetivo, establecido por
Dios, la paternidad responsable comporta aceptarlo teniendo en cuenta el juicio
de la recta conciencia. Los cónyuges han de reconocer sus deberes para con
Dios, para consigo mismos, para con la familia y la sociedad, en una justa
jerarquía de valores.
Pablo VI añade que el “concepto de paternidad responsable no
puede entenderse como si en la misión de
transmitir la vida, los esposos quedaran libres para proceder
arbitrariamente. Las personas no pueden
determinar de manera totalmente autónoma las vías lícitas a seguir, sino que
deben conformar su conducta a la intención de Dios, manifestada en la misma
naturaleza del matrimonio y de sus actos y constantemente enseñada por la
Iglesia” (HV 10).
Después de haber esbozado en rápidas
pinceladas las características del amor humano, y de abordar el tema central de la paternidad
responsable, el Papa añadió una precisión importante sobre los dos aspectos
esenciales de la intimidad conyugal.
"El
acto conyugal, por su íntima estructura, mientras une profundamente a los
esposos, los hace aptos para la generación de nuevas vidas, según las leyes
inscritas en el ser mismo del hombre y de la mujer. Salvaguardando ambos
aspectos esenciales, unitivo y procreador, el acto conyugal conserva íntegro el
sentido de amor mutuo y verdadero y su ordenación a la altísima vocación del
hombre a la paternidad" (n. 12 ).
He aquí uno de los puntos fundamentales
de la encíclica. Evidentemente, no se pueden olvidar, al pasar a precisiones
más casuísticas sobre los medios de control de la natalidad.