martes, 15 de marzo de 2016

CADA DÍA SU AFÁN - 19 DE MARZO DE 2016

                                     
JOSÉ DE NAZARET

El día 19 de marzo la Iglesia Católica celebra la fiesta de san José, el esposo de María de Nazaret. Su figura, tantas veces olvidada, es realmente modélica para todos los cristianos. Y lo es por múltiples motivos.
1. José de Nazaret se presenta en los evangelios como un hombre justo. Trata de ajustar su vida a la voluntad de Dios. Y no pretende someter esa voluntad divina al imperio de la libertad y de la decisión humana.
2. Además, José  sabe escuchar la palabra de Dios en el más respetuoso silencio. Una palabra que se le dirige en la oscuridad de la noche y en esa oscuridad existencial que hace difícil tomar las decisiones más arriesgadas.  
 3. José de Nazaret vive en un país sometido a un poder imperial, ajeno a la cultura y a los intereses de su pueblo. Una orden del imperio lo saca de su casa en un momento tan dificil como el de la proximidad del parto de su esposa.
4. José ha pasado por  la persecución y la emigración. Ha tenido que salir de su tierra para defender la vida de su hijo, amenazada por un tirano celoso de su poder y promotor de una matanza de inocentes.
5. José de Nazaret confía su destino a Dios.  No se considera como un héroe por haber librado a su familia de la muerte. Acepta los plazos que Dios ha marcado y las señales con las que va dirigiendo su camino.
 6. De una forma y de otra, José experimenta la soledad y el dolor humano más traumático. De hecho, pierde a su hijo y ha de salir a buscarlo con angustia, como ocurre a tantos padres en nuestro tiempo.
7. Ese trance doloroso es al mismo tiempo una profunda experiencia espiritual. José de Nazaret llega a pasar por la prueba  que atraviesan todas las personas que creen haber perdido el rastro de Dios.  
8.  José y María “no comprendieron” las palabras con las que su hijo Jesús trató de explicar su permanencia en el templo. Y, a pesar de todo, guardaron aquellas palabras en su corazón.
José de Nazaret es el custodio de Jesús. Con razón se puede decir que es una figura en la que se refleja la identidad y la misión de la Iglesia. Y, por tanto, el camino y la vocación de todo cristiano.
                                    José-Román Flecha Andrés