miércoles, 11 de febrero de 2015

CADA DÍA SU AFÁN 15 de febrero de 2015

                                                            
                           SABIDURÍA DEL CORAZÓN

La Jornada Mundial del Enfermo,  instituida por san Juan Pablo II en 1992, se celebra el 11 de febrero, festividad de la Virgen de Lourdes. En este año 2015, el mensaje del Papa Francisco, dirigido a los enfermos, a los profesionales y voluntarios en el ámbito sanitario, lleva por título “Sabiduría del corazón para reconocer en los enfermos la imagen de Dios”.
Esta sabiduría no es un conocimiento teórico, abstracto, fruto de razonamientos. Es una actitud infundida por el Espíritu Santo en la mente y en el corazón de quien sabe abrirse al sufrimiento de los hermanos y reconocer en ellos la imagen de Dios. A la luz de este don de Dios, se pueden aprender al menos  cuatro lecciones  importantes.
• Sabiduría del corazón es servir al hermano. A veces el enfermo necesita ayuda  para lavarse, vestirse o alimentarse. “Es relativamente fácil servir por algunos días, pero es difícil cuidar de una persona durante meses o durante años, incluso cuando ella ya no es capaz de agradecer”. Sin embargo, esa ayuda es camino de santificación, experiencia de la cercanía del Señor, y manifestación de la misión integral de la Iglesia.
• Sabiduría del corazón es estar con el hermano. Ese tiempo que se pasa junto al enfermo es  alabanza a Dios y concreción del seguimiento de Cristo que se hizo nuestro servidor. Ese acompañamiento, con frecuencia silencioso, expresa al enfermo nuestro amor y nuestro consuelo. En este contexto descubrimos la mentira de las palabras  sobre  la calidad de vida, cuando se sugiere “que las vidas gravemente afligidas por enfermedades no serían dignas de ser vividas”.
• Sabiduría del corazón es salir de sí hacia el hermano. En este mundo, marcado por   la prisa, se olvida la belleza de la gratuidad, del ocuparse del hermano, del hacerse cargo del paciente. “En el fondo, detrás de esta actitud hay con frecuencia una fe tibia, que ha olvidado aquella palabra del Señor, que dice: ''A mí me lo hicisteis''.
• Sabiduría del corazón es ser solidarios con el hermano sin juzgarlo. La caridad tiene necesidad de tiempo. Tiempo para curar a los enfermos y tiempo para visitarles. Tiempo para estar junto a ellos con una  caridad que no juzga, que no pretende convertir al otro y que no busca la aprobación ajena ni la autocomplacencia por el bien realizado.
En la cruz de Jesús se nos revela la solidaridad de Dios con nosotros y su misericordia gratuita. A esa luz, también la experiencia del dolor puede ayudarnos a percibir  la gracia y a lograr y reforzar la sabiduría del corazón.  El mensaje del Papa Francisco termina con una hermosa oración que habrá que repetir con frecuencia:
“Oh María, Sede de la Sabiduría, intercede, como Madre nuestra por todos los enfermos y los que se ocupan de ellos. Haz que en el servicio al prójimo que sufre y a través de la misma experiencia del dolor, podamos acoger y hacer crecer en nosotros la verdadera sabiduría del corazón”.
                                                                            José-Román Flecha Andrés