LA FE EN LA RESURRECCIÓN
“Yo soy la resurrección. El que cree en mí, aunque muera, vivirá; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto? (Jn 11,21-27)
1. El relato de la resurrección de
Lázaro es el último de los “signos” que recoge el evangelio según Juan. ¿Cómo
se nos revela Jesús en esta página evangélica?
2. ¿La decisión del apóstol Tomás
(Jn 11,16) añade algún dato importante sobre su
figura y su modo de vivir el seguimiento de Jesús?
3. Las hermanas de Lázaro parecen
reprochar a Jesús que no haya estado presente para acompañar al amigo en su
enfermedad. ¿También nosotros pensamos que
Jesús está ausente en los momentos más difíciles de nuestra vida?
4. Solemos pensar que Marta solo se
ocupaba de los trabajos de la casa. El texto indica que ya había aceptado la fe
en la resurrección de los muertos. ¿Puede este dato reflejar la fe de la gente
más sencilla?
5. ¿Nos dice algo sobre nuestra
oración la confianza con la que Jesús se dirige al Padre celestial ante la
tumba de Lázaro (Jn 11,41-42)?
6. ¿Qué puede significar en este
momento para mi vida personal reconocer
y anunciar que Jesús es la resurrección y la vida?
7. Al ver que Jesús ha resucitado al
amigo, el sumo sacerdote Caifás declara que “conviene que uno muera por el
pueblo y que no perezca la nación entera” (Jn 11,50). ¿Por qué dice el
evangelista que esa declaración era profética?