TRANSFIGURACIÓN Y SINODALIDAD
En su mensaje para la Cuaresma 2023, el papa Francisco ha evocado la Transfiguración de Jesús como modelo del camino sinodal de la Iglesia. He aquí un resumen en siete puntos:
1. En Cuaresma se nos invita a “subir a un monte
elevado” junto con Jesús, para vivir con el Pueblo santo de Dios una
experiencia particular de ascesis […] Estos requisitos también son
importantes para el camino sinodal de la Iglesia.
2. En el monte
Tabor, Jesús llevó consigo a tres discípulos, elegidos para ser testigos de su
Transfiguración. Quiso que esa experiencia de gracia no fuera solitaria, sino
compartida […] También nuestro camino cuaresmal es “sinodal”, porque lo hacemos
juntos como discípulos del único Maestro.
3. A los
tres discípulos se les concedió la gracia de ver al Señor en su gloria, resplandeciente
de luz sobrenatural […] También el proceso sinodal parece un camino arduo. Pero
al final nos espera algo maravilloso y sorprendente, que nos ayudará a
comprender mejor la voluntad de Dios y nuestra misión al servicio de su Reino.
4. Junto a Jesús
transfigurado, aparecieron Moisés y Elías, que personifican la Ley y los
Profetas. […] De manera similar, el camino sinodal está arraigado en la
tradición de la Iglesia y, al mismo tiempo, abierto a la novedad. La tradición
es fuente de inspiración para buscar nuevos caminos, evitando las tentaciones del
inmovilismo y de la experimentación improvisada.
5. El camino cuaresmal,
al igual que el sinodal, tiene como meta una transfiguración personal y
eclesial, que halla su modelo en la de Jesús y se realiza mediante la gracia de
su misterio pascual. Para que esta transfiguración pueda realizarse en nosotros
este año, el Papa propone dos “caminos” para ascender junto a Jesús y llegar
con Él a la meta.
6. El primero se
refiere al imperativo que Dios Padre dirigió a los discípulos en el Tabor:
«Escuchadlo». […] En el proceso sinodal, el escuchar a Cristo pasa también por
la escucha a nuestros hermanos y hermanas en la Iglesia; esa escucha recíproca
que en algunas fases es el objetivo principal, siempre es indispensable en el
método y en el estilo de una Iglesia sinodal.
7. Después Jesús
se acercó a sus discípulos y les dijo: “Levantaos, no tengáis miedo”. No
debemos refugiarnos en una religiosidad hecha de acontecimientos extraordinarios
[…] El camino sinodal no debe hacernos creer en la ilusión de que hemos llegado
si Dios nos concede algunas experiencias fuertes de comunión. Que esa gracia
nos haga artesanos de la sinodalidad en la vida ordinaria de nuestras
comunidades.
El Papa desea que el Espíritu Santo nos anime durante esta Cuaresma en nuestra escalada con Jesús, para que experimentemos su resplandor divino y así, fortalecidos en la fe, prosigamos juntos el camino con Él, gloria de su pueblo y luz de las naciones.
José-Román Flecha Andrés