“Vende lo que tienes, dáselo a los pobres, ven
y sígueme”
(Mc 10,21)
1.
¿Pueden ser fácilmente aceptables estas
cuatro sugerencias de Jesús en esta sociedad nuestra?
2.
Vender y comprar son actividades que
no parecen escandalosas. Es más, son necesarias. ¿Qué es lo que las hace
diferentes en el mensaje de Jesús?
3.
Tanto a las personas como a las
instituciones y a la comunidad internacional les resulta difícil prestar
atención a los pobres. ¿Por qué?
4.
Tanto el Deuteronomio como Jesús
recuerdan que a los pobres siempre los tendremos con nosotros. ¿Es una profecía
o un desafío a nuestras actitudes?
5.
Compartir nuestros bienes con los
pobres puede parecer un ideal utópico. ¿No habrá que buscar el medio de que no
haya pobres?
6.
Jesús propone al rico que se acerque
y que le siga. ¿Qué significan en nuestro tiempo esas dos sugerencias del
Maestro?
7.
¿Y atendiendo a la palabra de Jesús,
¿qué es lo que a mí me falta para alcanzar la vida eterna a la que pretendo
aspirar?
José-Román Flecha