martes, 8 de octubre de 2024

CADA DÍA SU AFÁN - 12 de octubre de 2024

 

LA LITERATURA

 

El día 17 de julio de este año 2024, el papa Francisco ha publicado una carta en la que ofrece algunas ideas sobre la importancia de la lectura para la maduración de la persona.

1. “Un buen libro de lectura llega a ser como un oasis que nos aleja de otras actividades que no nos hacen bien”.  El lector se enriquece con lo que recibe del autor y dentro de él surge una riqueza que renueva y amplía su universo personal.

2. La literatura tiene mucho que ver con lo que todos buscamos en la vida, ya que entra en íntima relación con nuestra existencia concreta, con sus tensiones, sus deseos y significados.

4. El Concilio Vaticano II afirma que “la literatura y el arte se proponen expresar la naturaleza propia del hombre” y “presentar claramente las miserias y las alegrías de los hombres, sus necesidades y sus capacidades” (GS 62).  En efecto, la literatura se inspira en la vida de cada día, en sus pasiones y sus experiencias, como la acción, el trabajo, el amor, la muerte y todas las “pequeñas grandes” cosas que llenan nuestra vida.

5. Al tratar de discernir la cultura a la luz del Evangelio, se puede reconocer la presencia del Espíritu en la realidad humana, en los acontecimientos, sensibilidades, deseos y tensiones profundas de los corazones y de los contextos sociales, culturales y espirituales.   

6. La literatura nos puede hacer más sensibles a la humanidad de Jesús, en la que se expande su divinidad. Además, nos ayuda a anunciar el Evangelio, de modo que todos puedan experimentar que “el misterio del hombre solo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado” (GS 22). 

7. La lectura nos ayuda a ampliar nuestro vocabulario, estimula la imaginación y la creatividad, mejora la capacidad de concentración, calma el estrés y la ansiedad y nos prepara para comprender y afrontar las diferentes situaciones de la vida.

8. El Papa cita a Borges, según el cual, el lector siempre escucha “la voz de alguien”.  También cita a T.S. Eliot, el poeta que ha definido la crisis religiosa moderna como una crisis con una “incapacidad emotiva” generalizada. Y cita al teólogo jesuita Karl Rahner, quien dijo que las palabras del poeta son palabras de anhelo, son puertas abiertas a lo infinito.  

9. La palabra literaria libera de sus ataduras al lenguaje, lo purifica, lo abre a nuevas posibilidades expresivas y lo hace capaz de albergar la Palabra divina, que se instala en la palabra humana.

10. Por último, el poder espiritual de la literatura evoca la tarea primordial confiada al hombre por Dios, es decir, la labor de “dar nombre” a los seres y a las cosas (cf. Gn 2,19-20). La misión de custodiar la creación, asignada por Dios a Adán. 

José-Román Flecha Andrés