martes, 10 de mayo de 2022

ORACIÓN - Domingo 5º de Pascua. C 15.5.2022

 

EL MANDAMIENTO 

“Os doy un mandamiento nuevo:

Que os améis unos a otros como yo os he amado”

(Jn 13,34)

Señor Jesús, con frecuencia lamento la indiferencia que parece reinar en el mundo. A veces pienso que en el pasado las relaciones humanas solo han sido motivadas por el egoísmo y el interés, cuando no por el rencor o la venganza.

Sin embargo, el amor ha existido siempre. En todas las culturas se encuentran testimonios del amor paternal y maternal. Las tradiciones de todos los pueblos presentan buenos ejemplos del amor entre los esposos, los hermanos y los amigos.

El hombre no siempre es un lobo para el hombre. A lo largo de la historia ha habido muchas personas que han sabido entregar lo mejor de sí mismas para escuchar y atender a quienes vivían en necesidad.

Es verdad que las relaciones humanas han sido orientadas por la llamada “Regla de oro”. Cuando la entiendo de forma negativa, yo procuro no hacer a los demás lo que yo no quiero que ellos me hagan a mí.

Si la pienso en positivo, me siento impulsado a hacer por los demás el bien que yo deseo recibir de ellos: sus halagos y sus dones. A fin de cuentas, el referente soy yo mismo. Es mi deseo de bienestar lo que orienta mis acciones y omisiones.

Aquella regla se encontraba en la tradición de tu pueblo. Y tú enseñabas a tus seguidores que habían de recibir lo que ellos hicieran por los otros. Cada uno podía pensar que poseía la clave para determinar a quién amar y cómo  demostrar su amor.

Pero a la hora de partir, tú ofreciste un criterio que convierte aquella norma en un desgarro. Tú eres el modelo y el motivo del amor. Solo puedo amar a los demás como tú  nos has amado, es decir hasta la entrega de mi vida. No importa la eficacia. Solo vale el seguimiento.

Señor Jesús, tú sabes que mi amor a los demás ha sido demasiado interesado. En realidad he buscado mi bien y mi comodidad. Perdona mi egoísmo. Y enséñame tú a amar a los demás como  tú me has amado a mí. Amén.

                                                                                        José-Román Flecha Andrés