LA ENTREGA DEL PASTOR
“Jesús es la piedra que desechasteis vosotros, los
arquitectos, y que se ha convertido en piedra angular. Ningún otro puede
salvar; bajo el cielo, no se nos ha dado otro nombre que pueda salvarnos”.
Lleno del Espíritu Santo, Pedro proclamaba así ante los jefes del pueblo de
Israel la importancia única de Jesucristo como Salvador universal (Hch 4,
11-12).
Al acercarse al templo para la oración de la tarde,
Pedro y Juan habían curado a un tullido que pedía limosna junto a la puerta del
templo llamada “la Hermosa”. Fueron reprendidos por las autoridades no
precisamente por la curación, sino por
haber curado al enfermo en el nombre de Jesús de Nazaret, al que
presentaban abiertamente como el Mesías.
El texto sobre la piedra angular procedía de un salmo
bien conocido por sus oyentes (118, 22). Ahora Pedro lo recordaba para
proclamar que Jesús, crucificado por las acusaciones de los jefes de Israel,
había sido constituido por Dios en el Salvador de ese pueblo que ellos habían
manipulado.
Con el mismo salmo, nosotros proclamamos en este día que “es el Señor quien lo ha hecho: ha sido un milagro patente. Gracias a Jesucristo, hemos descubierto que Dios nos ha llamado hijos suyos y “nos ha destinado a ser semejantes a él, porque lo veremos tal cual es” (1 Jn 3, 1-2).
UNA NOVEDAD SORPRENDENTE
En este cuarto domingo de Pascua recordamos, como
todos los años, la figura de Jesús que se presenta ante nosotros como el Pastor
bueno. Un pastor que rompe los esquemas habituales e introduce en el mundo una
novedad insospechada (Jn 10,11-18).
• Jesús es el
pastor responsable que da la vida por sus ovejas. Siempre ha habido asalariados
que cuidan los rebaños por dinero. No son dueños de las ovejas y no están
dispuestos a dar la vida por ellas, cuando llega el momento de tener que
defenderlas. Buscan su propio interés,
no el de las ovejas. Por eso las abandonan, cuando el lobo las amenaza.
• Esa imagen del pastor generoso y entregado que ama a
sus ovejas puede aplicarse a Jesús. Los jefes del pueblo de Israel no eran
pastores responsables. Por eso decidieron terminar con la vida de Jesús. Sin embargo, Jesús podía decir que entregaba
voluntariamente su vida: “Nadie me la quita, sino que yo la entrego libremente”.
• Por otra parte, la experiencia nos dice que no es posible perder la vida y recuperarla de nuevo. Ahora bien, esa experiencia se manifiesta inadecuada cuando nos referimos a Jesús. En el texto evangélico Jesús declara que él entrega su vida por las ovejas. Y no solo eso. Por dos veces nos dice él mismo que tiene poder para recuperarla. Eso es lo que celebramos en la Pascua.
LA VOLUNTAD DEL PADRE
Además de
invitarnos a proclamar que Jesús tiene el poder de recuperar la vida que ha entregado
por los suyos, el evangelio nos revela la estrecha relación que le une con su
Padre.
• “El Padre me conoce y yo conozco al Padre”. Ya sabemos que el conocimiento entre las
personas genera una relación nueva en el tiempo. Pero Jesús y el Padre se
conocen desde la eternidad. Ese conocimiento mutuo es el secreto de la vida de
Jesús, que nos ayuda a comprender cómo es que ha podido revelarnos a su Padre.
• “El Padre me ama porque yo entrego mi vida”. La
generosidad de Jesús es fruto del amor que le une al Padre, que es rico en amor
y en misericordia. Pero este Hijo ha aprendido de su Padre a amar sin medida.
Por eso, la entrega generosa de Jesús a los hombres le hace merecedor del amor
del Padre celestial.
• “Este mandato he recibido de mi Padre”. A lo largo de
su vida, Jesús había manifestado varias veces que había venido al mundo para
cumplir la voluntad del Padre. En este momento,
ya puede manifestar a sus discípulos que la voluntad del Padre es que
el Hijo entregue su vida por sus ovejas.
- Señor Jesús, tus gestos y tus palabras nos han ayudado a reconocerte como la Piedra angular del edificio de nuestra fe. Te reconocemos también como el Pastor bueno que ha entregado su vida por sus ovejas, es decir, por todos nosotros. Te alabamos por ello y te damos gracias. No permitas que nos apartemos de ti. Amén. Aleluya
José-Román Flecha Andrés