EL PAN PARTIDO Y COMPARTIDO
“Dadles vosotros de comer”
(Jn 16,13)
1.
¿Nos
hemos preguntado alguna vez por qué hay hambrientos en el mundo cuando se
producen más alimentos que los necesarios?
2.
¿No
nos llama la atención que las gentes siguieran a Jesús hasta olvidarse de
proveerse de alimentos?
3.
¿No
deberíamos preguntarnos con frecuencia de qué están hambrientas las multitudes
de este tiempo nuestro?
4.
¿En
qué sentido podemos entender nosotros el mandato de Jesús para dar de comer a
la multitud?
5.
¿Qué
podemos hacer los seguidores de Jesucristo para presentar su mensaje sobre el
pan partido y compartido?
6.
¿Y
qué deberíamos hacer para suscitar en la opinión pública la responsabilidad de
evitar el hambre en el mundo?
7. Siempre me identifico con los discípulos que han de dar de comer a los hambrientos. ¿No tendré que identificarme alguna vez con ellos?