EL PRIMER DISCURSO
El sábado día 10 de mayo, el papa León XIV
dirigía a los cardenales un discurso en el que aparecen algunos puntos que pudieran
ser significativos en su pontificado
1.En primer lugar, espera contar con el apoyo de
los cardenales para responder con responsabilidad a la carga que le ha sido
confiada y cuenta con “la cercanía de tantos hermanos y hermanas que en el
mundo entero creen en Dios, aman a la Iglesia y sostienen con la oración y las
buenas obras al Vicario de Cristo”.
2.León XIV
afirma que el papa es “un humilde siervo de Dios y de los hermanos, y nada más
que esto, como lo ha demostrado el papa Francisco, con “su estilo de total
dedicación al servicio y de sobria esencialidad de vida, de abandono en Dios
durante el tiempo de la misión y de serena confianza en el momento del retorno
a la Casa del Padre”.
3. El Papa observa que en los días pasados se ha
podido “ver la belleza y sentir la fuerza de esta inmensa comunidad que, con
tanto afecto y devoción, ha despedido y llorado a su Pastor, acompañándolo con
la fe y la oración hasta su encuentro definitivo con el Señor”.
4. Esa es “la verdadera grandeza de la Iglesia,
que vive en la variedad de sus miembros, unidos a su única Cabeza, Cristo, Pastor
y Guardián de nuestras almas”. La Iglesia es el vientre en el que fuimos
generados, la grey, el campo que se nos ha entregado para que lo cuidemos y lo
cultivemos, lo alimentemos con los Sacramentos de salvación y lo fecundemos con
la semilla de la Palabra”.
5. León XIV desea renovar junto con los
cardenales la “plena adhesión a ese camino que desde hace ya decenios la Iglesia
universal está recorriendo tras las huellas del Concilio Vaticano
II”.
6. Además, evoca algunos temas señalados por el
papa Francisco en la exhortación apostólica Evangelii gaudium, como
el regreso al primado de Cristo en el anuncio; la conversión misionera de toda
la comunidad cristiana; el crecimiento en la colegialidad y en la sinodalidad;
la atención a la piedad popular; el cuidado amoroso de los débiles y
descartados; el diálogo valiente y confiado con el mundo contemporáneo.
7. Con su nombre ha querido recordar al papa León
XIII, que afrontó la cuestión social en la primera gran revolución industrial.
“Hoy, la Iglesia ha de responder a otra revolución industrial y a los
desarrollos de la inteligencia artificial, que comportan nuevos desafíos en la
defensa de la dignidad humana, de la justicia y el trabajo”.
Citando a Pablo VI, el Papa espera “una gran
llama de fe y de amor que ilumine a todos los hombres de buena voluntad,
allanando los caminos de la colaboración recíproca y que atraiga sobre la
humanidad, la abundancia de la benevolencia divina, la fuerza misma de Dios,
sin cuya ayuda nada vale ni nada es santo”.
José-Román Flecha Andrés