CAMINEMOS JUNTOS EN LA ESPERANZA
La Santa Sede ha publicado el mensaje que el papa
Francisco había firmado el día 6 de febrero para la Cuaresma de este año
2025.
Teniendo en cuenta el Año Jubilar que estamos
celebrando, el Papa ha resumido sus reflexiones en la frase “caminar juntos en la esperanza”. Con
ella trata de ayudarnos a “descubrir las llamadas a la conversión que la
misericordia de Dios nos dirige a todos, de manera personal y comunitaria”.
1. Antes que nada, caminar. Al igual que los israelitas en el desierto, también
nosotros vamos haciendo camino. Todos
somos peregrinos en la vida.
Como suele hacer, el Papa nos dirige unas preguntas:
“¿Cómo me dejo interpelar por esta condición? ¿Estoy realmente en camino o un
poco paralizado, estático, con miedo y falta de esperanza; o satisfecho en mi
zona de confort? ¿Busco caminos de liberación de las situaciones de pecado y
falta de dignidad?”
Además, nos exhorta a ver la realidad concreta de
algún inmigrante o peregrino, para descubrir lo que Dios nos pide y para ser
mejores caminantes hacia la casa del Padre.
2. En segundo lugar, hemos de hacer camino juntos, nunca como viajeros solitarios.
Caminar juntos significa ser artesanos de unidad, hijos de Dios, caminar codo con
codo, sin pisotear o dominar al otro, sin envidia o hipocresía, sin dejar que
nadie se quede atrás o se sienta excluido.
Vamos en la misma dirección, hacia la misma meta,
escuchándonos los unos a los otros con amor y paciencia, sin ocuparnos
solamente de nuestras necesidades. Debemos preguntarnos ante el Señor si
tenemos “una actitud de acogida, con gestos concretos, hacia las personas que
se acercan a nosotros y a cuantos están lejos”.
3. En tercer lugar, hemos de recorrer este camino
juntos en la esperanza que no
defrauda, que es el mensaje central del Jubileo.
De nuevo, debemos preguntarnos: “¿Poseo la
convicción de que Dios perdona mis pecados, o me comporto como si pudiera
salvarme solo? ¿Anhelo la salvación e invoco la ayuda de Dios para recibirla?
¿Vivo concretamente la esperanza que me ayuda a leer los acontecimientos de la
historia y me impulsa al compromiso por la justicia, la fraternidad y el
cuidado de la casa común, actuando de manera que nadie quede atrás?”
Como sugiere el logo del Jubileo, la esperanza es
“el ancla del alma”, segura y firme. El Papa recuerda que Santa Teresa de Jesús
escribió: “Espera, espera, que no sabes cuándo vendrá el día ni la hora. Vela
con cuidado, que todo se pasa con brevedad, aunque tu deseo hace lo cierto
dudoso, y el tiempo breve largo”
Finalmente, Francisco pide que “la Virgen María, Madre de la Esperanza, interceda por nosotros y nos acompañe en el camino cuaresmal”.
José-Román Flecha Andrés