martes, 10 de diciembre de 2024

CADA DÍA SU AFÁN - 14 de diciembre de 2024


USAR Y GOZAR

Se dice hoy con frecuencia que el encanto de los medios nos llega a fascinar y cautivar de tal forma que dejamos de aspirar a los fines que deberían orientar nuestra vida. El camino nos hace olvidar y hasta despreciar la meta a la que debíamos dirigir nuestros pasos. Puede ser que ni siquiera tengamos muy clara nuestra meta. O puede ser que la infravaloremos al compararla con los fabulosos medios de que disponemos.

Es bien conocido el juego que San Agustín nos presenta al contraponer las palabras latinas “frui” (disfrutar) y “uti” (utilizar). En su obra “Sobre la doctrina cristiana”, escribe él que “gozar es adherirse a una cosa por el amor de ella misma”, mientras que “usar es emplear lo que está en uso para conseguir lo que se ama, si es que debe ser amado”.

Ahora bien, no siempre nos humaniza el uso de los medios. Puede ser que nos distraigan demasiado y nos alejen de las tareas que nos han sido encomendadas. O puede ser que utilicemos los medios para fines malvados. Según san Agustín, “el uso ilícito más bien debe llamarse abuso o corruptela”.

Durante un año santo, muchos de nosotros seremos peregrinos de una forma o de otra, así que puede resultarnos muy iluminador el ejemplo que él nos ofrece.

Imaginemos un peregrino tan apegado a su patria que no puede vivir fuera de ella. A lo largo del camino, estará deseando volver a su casa y a su ambiente habitual. Claro que para regresar y gozar de su tierra necesitaría un vehículo, que en aquel tiempo solo podría ser terrestre o marítimo.

Sin embargo, puede suceder que la amenidad o la belleza del camino o el mismo paseo en el carro o en la nave le resulten al peregrino tan agradables que esas cosas que debería tan solo utilizar lo distraen del deseo de regresar a su casa. En realidad, el goce de los medios le haría olvidar hasta su patria, cuya dulzura creía él que le haría feliz.

Pues bien, este ejemplo no solamente es válido para el turista o el peregrino, que mencionaba el papa Francisco en el mensaje para la Jornada Mundial de la Juventud de este año. Puede ayudarnos a todos a reflexionar sobre nuestra vida y sobre el orden de valores que hemos aceptado como bueno.

Todos somos peregrinos que nos dirigimos a Dios en esta vida mortal. Si de verdad queremos aspirar a esa patria en la que podemos ser bienaventurados y felices, hemos de usar de este mundo, ciertamente, pero no debemos detenernos tan solo a gozar de él.

Por medio de las cosas creadas hemos de llegar a contemplar las cosas invisibles de Dios. Es decir, por medio de las cosas temporales hemos de conseguir un día disfrutar de las espirituales y eternas.

José-Román Flecha Andrés