lunes, 3 de junio de 2024

REFLEXIÓN - Domingo 10º del Tiempo ordinario. B 9 de junio de 2024

 

LA MENTIRA Y LA VERDAD

“Pondré enemistad entre ti y la mujer, entre tu linaje y su linaje; él te pisará la cabeza mientras tú acechas su calcañar” (Gén 3,15). Esa sentencia de Dios contra la serpiente seductora se conoce como el “protoevangelio”, es decir la primera buena noticia.

Dios había permitido comer de todos los árboles del jardín, menos uno. Pero la serpiente dice a la mujer que Dios ha prohibido comer de todos los árboles. Esa es la primera de las “noticias falsas” (fake news) que envenenan nuestra conciencia. 

Con razón dirá Jesús que el maligno es mentiroso desde el principio (Jn 8,44). El pretendido poder que el demonio se atribuye (Lc 4,6) radica siempre en el engaño.

El pecado es aceptar la mentira en lugar de acoger y defender la verdad. Pero, ya desde los orígenes, Dios promete el triunfo del bien sobre el mal. Con razón el salmo responsorial proclama que “del Señor viene la misericordia, la redención copiosa” (Sal 129).

Como escribe san Pablo, los creyentes en Cristo, a los que él ha calificado como “santos” (2 Cor 1,1), esperan tener asegurada una casa que dura eternamente (2 Cor 5,1).

EL ERROR DE LA IMPIEDAD

El evangelio de hoy también nos habla del demonio (Mc 3,20-35). Al ver que Jesús domina al espíritu del mal, algunos escribas se atreven a sentenciar: “Tiene dentro a Belzebú y expulsa a los demonios con el poder del jefe de los demonios”.

Jesús responde que no es razonable afirmar que Satanás puede expulsar a Satanás. Para explicarlo expone tres breves parábolas muy fáciles de comprender: 

Un reino que se encuentre enzarzado en una guerra civil no puede subsistir. Algo parecido ocurre con una familia que ande dividida: también ella fracasará. Por otra parte, si alguien quiere entrar en una casa para robar tiene que dominar al dueño o al guardián. 

 Pues bien, “si Satanás se rebela contra sí mismo, para hacerse la guerra, no puede subsistir, está perdido”. Por tanto, no tiene sentido la acusación que le hacen los escribas que han bajado de Jerusalén. Si Jesús expulsa los demonios, no lo hace por el poder del príncipe de los demonios. Con esa acción se pone de manifiesto el poder divino del Maestro.

Según san Agustín, “aunque Satanás preserve el cuerpo y los sentidos corporales, mediante el error de la impiedad, domina la voluntad misma del ser humano”.

LA VERDAD COMPLETA

El texto evangélico incluye una seria advertencia de Jesús: “Todo se les podrá perdonar a los hombres: los pecados y cualquier blasfemia que digan; pero el que blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás, cargará con su pecado para siempre”.

• “Quien blasfeme contra el Espíritu Santo no tendrá perdón jamás”. Quien decide llamar bien al mal se aleja de la verdad y se instala en la mentira. Esa misma obstinación le impedirá alejarse del engaño y descubrir la fuerza y la belleza de la verdad.

• “Quien blasfeme contra el Espíritu Santo cargará con su pecado para siempre”. Quien no reconoce en el Espíritu de Dios la fuente de la misericordia y la luz de la bondad nunca se arrepentirá de verdad para pedir perdón por su error. 

- Señor Jesús, tú sabes bien que también nosotros nos vemos tentados por el espíritu de la mentira. Preferimos la compañía de los mentirosos antes que la soledad. Que el Espíritu que nos guía hacia la verdad completa nos ayude a confiar en tu poder sobre el mal. Amén.

José-Román Flecha Andrés