EL SEPULCRO VACÍO
“Se han
llevado del sepulcro al Señor
y no sabemos dónde lo han puesto”
(Jn 20,2)
1. “Se han llevado del sepulcro al Señor”. ¿Esta voz de alarma, pronunciada
por María Magdalena, no parece actual en un mundo que parece haber secuestrado
a Jesucristo?
2. ¿Qué signos encontramos en nuestra sociedad que delaten hoy la
ausencia de Jesús y de su mensaje?
3. “No sabemos dónde lo han
puesto”. Si la primera parte de la frase de Magdalena parece un lamento por la
acción venida de fuera, ¿no nos acusará esta otra parte a los que pertenecemos
al pueblo de Dios?
4. Tras
la muerte de Jesús, sus discípulos estaban desolados. ¿A qué se debe la
desorientación en las creencias y en el comportamiento que se percibe en la
Iglesia?
5. ¿No
estaremos necesitando hoy personas como María Magdalena que con su anuncio
despierten a los que parecen desalentados por la aparente ausencia del Señor?
6. Por
otra parte, ¿estamos los discípulos de hoy dispuestos a escuchar la voz de
quienes nos exhortan a buscar al Señor?
7. ¿Estoy
convencido de que el anuncio del sepulcro vacío ha de renovar mi fe en el Señor
resucitado?