NI ANGEL NI BESTIA
“Vivía con las fieras y los ángeles lo servían”
(Mc 1,13)
1.
Solamente en el evangelio de Marcos se
encuentra esa referencia al tiempo que Jesús pasó en el desierto. ¿Nos hemos
preguntado alguna vez qué puede significar?
2.
Vivir con las fieras puede significar
que Jesús es el nuevo Adán, con el que comienza una nueva creación. ¿Puede
alentarnos esa frase a tratar de vivir en armonía con este mundo que Dios ha
confiado a nuestro cuidado?
3.
Por otra parte, cuando nos vemos
acosados por las fuerzas inhumanas de este mundo, ¿confiamos en la fuerza y en
la gracia de Dios para tratar de sobrevivir?
4.
Si los ángeles servían a Jesús,
reconociéndolo como el Hijo de Dios, ¿no debemos nosotros descubrir la dignidad
de todos los hijos de Dios?
5.
No sería poco descubrir en estos tiempos
la dignidad de todos los hijos de Dios. ¿Pero estamos dispuestos a defender a
los más débiles de los ataques de las personas y de las leyes que les niegan
esa dignidad?
6.
¿En qué situaciones sociales o políticas
experimentamos nosotros la necesidad de proclamar que un ser humano no es ni
ángel ni bestia?
7.
¿Me ayuda personalmente esa anotación del
evangelio de Marcos para redescubrir mi propia dignidad y la misión que me ha
sido confiada por Dios?
Jose-Román Flecha