SAN JOSÉ, CUSTODIO DE LA FAMILIA
El día 19 de marzo de 2013, en la plaza
de San Pedro, el papa Francisco tomaba posesión de su ministerio. En su homilía
presentó a san José como el fiel custodio de la Sagrada Familia.
Según él, “José es custodio porque sabe escuchar a Dios, se deja guiar por su voluntad, y precisamente por eso es más sensible aún a las personas que se le han confiado, sabe cómo leer con realismo los acontecimientos, está atento a lo que le rodea, y sabe tomar las decisiones más sensatas”.
Al celebrar el décimo aniversario del
inicio del pontificado del papa Francisco, nosotros meditamos hoy sobre la figura de José de Nazaret, reconociendo su
misión y tratando de comprender su significado.
• José de Nazaret juega un papel muy
importante en los relatos evangélicos, en los evangelios de la infancia de
Jesús.
• José es el engarce de Jesús con la
historia de su pueblo, con las promesas hechas a David, con la esperanza
suscitada por las antiguas profecías.
• José representa además para los
cristianos el modelo humano de la paternidad y la providencia de Dios que vela
por su Hijo y por todos los que en él se reconocen.
• José es el hombre justo, que vive en la
Ley revelada a su pueblo, pero está abierto a la sorpresa de un nuevo modo de
presencia de Dios entre los suyos.
• José es el creyente silencioso que
escucha la palabra de Dios, la obedece y hace posible la aparición en el tiempo
de aquel que es la Palabra eterna de Dios.
• José es el hombre que encarna la suerte
de los emigrantes, de los refugiados, de quienes tratan de tutelar y defender
la vida de los inocentes perseguidos por los tiranos.
• José es el creyente, atento a los
signos de los tiempos, que hace posible la salvación que Dios ofrece gratuita y
misericordiosamente en Jesucristo.
• José es el hombre que, alguna vez,
tiene la impresión de haber perdido al Salvador, que ha de buscarlo con
angustia y que no acierta a comprender las palabras que se le ofrecen sobre
Dios.
• José es el modelo del creyente, que
vive junto a Jesús, observando su vida y favoreciendo y anticipando la hora de
su presencia salvadora en el mundo.
• La presencia de José de Nazaret en el
comienzo de la vida de Jesús es como una parábola que refleja los caminos de la
fe de todo cristiano.
A la mayoría de los cristianos nos hace falta
una reflexión seria y vital sobre la figura y la obra de san José, el esposo de
María. Escuchando en silencio la voz de Dios, aquel buen artesano de Nazaret
fue el fiel custodio de su familia.
Pero también nosotros hemos sido llamados
a ser buenos custodios de nuestra propia dignidad, de este mundo creado que es
nuestra casa común, de la familia humana y aun del honor del mismo Dios. Una
hermosa y exigente responsabilidad.