miércoles, 8 de diciembre de 2021

ORACIÓN - Domingo 3º de Adviento, C 12 de diciembre de 2021

 

EL QUE PUEDE MÁS QUE YO 

Viene el que puede más que yo y no merezco desatarle la correa de sus sandalias

(Lc 3,16) 

Señor Jesús, siempre me han impresionado esas palabras que el evangelio pone en boca de Juan Bautista.  Yo creo que en su figura es tan importante lo que hace como lo que no hace.

Lo que hace Juan es invitar a sus gentes a la conversión. Es verdad que esa decisión que él espera de su pueblo comporta reconocer la maldad que ha venido a impregnar la vida de las personas y de la sociedad.

Por eso Juan denuncia las injusticias y los abusos de las autoridades y los responsables de la seguridad. Allanar el terreno y enderezar los caminos eran imágenes apropiadas para el cambio que él proponía.

Pero hay algo que Juan no haría jamás. No pretende ganar un prestigio social.  Se presenta como una voz que clama en el desierto. Una voz que se escucha o que se ignora. Solamente una voz.

Por otra parte, Juan no ignora que las gentes lo ven como el Mesías esperado. Pero nunca caerá en la tentación de igualarse con él. Juan es tan solo su precursor. Su misión es anunciar su venida y proclamar su llegada.

María de Nazaret se consideraba como la esclava del Señor. Juan Bautista ni siquiera se arroga el honor de servir como esclavo del Mesías. No se considera digno de desatarle la correa de sus sandalias.

Señor Jesús, tu Iglesia se ha identificado a veces con la figura de Juan. Su misión es la de anunciar con valentía y humidad tu presencia y tu mensaje. Y eso le ha valido con frecuencia un martirio como el de Juan.

Pero hoy, quiero yo examinar mi conducta a la luz del ejemplo que nos ha dado el Bautista. Perdona si mi voz no es firme y humilde, convencida y convincente al pretender proclamar tu palabra. 

Perdona si mi conducta no es coherente con el mensaje que debo proclamar.  Y ayúdame a comprender que soy tan solo un esclavo que no merece ni siquiera prestarte los servicios más humildes. Amén.

 .                                                                             José-Román Flecha Andrés