NO SE TRATA SÓLO DE MIGRANTES
Federico busca el puesto que le han reservado en el
enorme auditorio. No quiere perderse las charlas ni la liturgia ni las
canciones de un evento organizado para varones.
Procede de un país de la América Central, convertido en
un infierno a causa de la guerra civil.
Un día se decidió a escapar en busca de un futuro mejor. Y eligió
subirse a ese tren infame y sangriento que con razón llaman “La Bicha”.
Fueron muchos kilómetros a través de Méjico, colgado de
la escalerilla entre dos vagones. Le fueron faltando las fuerzas, cayó al suelo
por aquel estrecho espacio y las ruedas del primer vagón le machacaron las dos
piernas. Ni sabe cómo llegó a California.
Ahí está, sin piernas, pero con una mirada serena. Es un
emigrante que ha encontrado la libertad integral. Dice que aquel accidente no
solo lo alejó del infierno sino que le ha ayudado a descubrir la fe. Es un
místico.
El día 29 de septiembre de este año 2019 se celebra la
Jornada Mundial del Migrante y del Refugiado. En su mensaje, el papa Francisco recuerda los conflictos y las guerras de hoy.
Evoca siete textos bíblicos y repite el lema de esta Jornada: “No se trata sólo
de migrantes”
1. También se trata de nuestros miedos. El problema es cuando los miedos condicionan
nuestra forma de pensar y de actuar y nos hacen intolerantes, cerrados y hasta
racistas.
2. Se trata de la caridad. El
progreso depende de la capacidad de dejarse conmover por quien llama a la
puerta y con su mirada derriba todos los falsos ídolos que hipotecan y
esclavizan la vida.
3. Se trata de nuestra humanidad. Sentir compasión
significa reconocer el sufrimiento del otro y pasar inmediatamente a la acción
para aliviar, curar y salvar.
4. Se trata de no excluir a nadie. Las guerras afectan a
algunas regiones del mundo;, pero la venta de armas llega a otras regiones, que
luego no se hacen cargo de los refugiados que dichos conflictos generan.
5. Se trata de poner a los últimos en primer lugar. Entre
ellos están los emigrantes, con los sufrimientos que deben soportar en la
búsqueda de un lugar donde poder vivir en paz y con dignidad.
6. Se trata de la persona en su totalidad. En cada actividad política o pastoral debemos
poner en el centro a la persona, en sus múltiples dimensiones, incluida la
espiritual.
7. Se trata de construir la ciudad de Dios y del hombre. Tenemos
que ver en el emigrante y en el refugiado
no sólo un problema, sino un hermano y una hermana que deben ser acogidos,
respetados y amados.
Según el Papa, la respuesta al desafío de los emigrantes
y refugiados se puede resumir en cuatro verbos: acoger, proteger, promover e
integrar. Estos verbos expresan la misión de la Iglesia y nos orientan por el
camino del Evangelio y de la humanización de la sociedad.
José-Roman
Flecha Andrés