LOS JÓVENES DE LA BIBLIA
“Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él
es la más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que Él toca se vuelve joven,
se hace nuevo, se llena de vida”.
Así comienza la exhortación Christus vivit, del papa Francisco. Fue publicada el día 25 de
marzo de 2019, recogiendo las principales aportaciones del Sínodo de Obispos
sobre los jóvenes, que había sido celebrado en el Vaticano durante el mes de
octubre del año 2018.
En este documento el Papa no solamente habla de los jóvenes, sino que con mucha frecuencia
habla también a los jóvenes. Ya en el primer momento se dirige
a ellos, proclamando una verdad que es recuerdo y llamada: “¡Él vive y te quiere vivo!” (CV 1).
La exhortación pone ante
nosotros algunas referencias de las Sagradas
Escrituras en las que aparecen los jóvenes del pueblo de Israel. Así se recuerda la vida, la peripecia y la
suerte de José, virrey de Egipto y de Gedeón, elegido para librar a su gente
del acoso de los madianitas.
En la exhortación se menciona a Samuel, que escuchó la
voz de Dios en la noche. Se recuerda que el elegido por el Señor como rey de su
pueblo fue el joven David y que Salomón
se presenta ante Dios como un joven inexperto que pide sabiduría para regir a
las gentes que le son confiadas.
El Papa recuerda
también a la joven esclava que aconsejó a Naamán, jefe del ejército de Siria,
que viajara a las tierras de Samaría para ser curado de su lepra por el profeta
Eliseo. Y no olvida la amable figura de
la Rut, la joven viuda extranjera que fue un ejemplo de generosidad al decidir
acompañar a su suegra, caída en desgracia en las tierras de Moab.
Son algunos nombres que flotan en las tradiciones de
Israel. Hay más jóvenes que representan valores, fracasos y esperanzas. Pero
estos son un recuerdo y una interpelación para los jóvenes de todos los
tiempos.
Entre los escritos evangélicos,
el Papa selecciona la parábola del hijo pródigo y la figura del joven que se acerca a Jesús
con el deseo de alcanzar la vida eterna. También recuerda a las jóvenes
prudentes que, invitadas a una boda, mantuvieron encendidas sus lámparas. Y
menciona al joven hijo de la viuda de Naím, al que Jesús devolvió la vida.
Diversas alusiones de san Pablo, nos invitan a todos a despojarnos del «hombre viejo»
para revestirnos del hombre «joven» (cf. Col 3,9.10).
En esta exhortación del papa
Francisco la juventud es más que un recuerdo o una anécdota del pasado. Los
jóvenes y las jóvenes que aparecen en las páginas de la Biblia constituyen una
rica y variada parábola de lo que es la juventud en la historia de la
salvación.
Las figuras se convierten en
iconos. La memoria de los jóvenes bíblicos es una lección y un acicate. En su
peripecia humana y religiosa late una invitación para vivir en esperanza y para aceptar un compromiso en
la vida..