lunes, 19 de enero de 2015

CADA DÍA SU AFÁN 25 de enero de 2015

UNIDOS POR LA VERDAD, EL DOLOR Y LA PAZ

Como se sabe, del día 18 al 25 de enero se celebra todos los años el Octavario de oraciones por la unidad de los cristianos. Este año nos alegra recordar un acontecimiento reciente y muy importante.
El domingo 30 de noviembre de 2014, fiesta del apóstol San Andrés, hermano de San Pedro, el Papa Francisco y el Patriarca Ecuménico Bartolomé I firmaron en Estambul una hermosa declaración conjunta.
En ella escriben: “Nuestro recuerdo de los Apóstoles, que proclamaron la buena nueva del Evangelio al mundo mediante su predicación y el testimonio del martirio, refuerza en nosotros el deseo de seguir caminando juntos, con el fin de superar, en el amor y en la verdad, los obstáculos que nos dividen”.
Además, fieles al deseo de Jesucristo, expresan una resolución sincera y firme de “intensificar sus esfuerzos para promover la plena unidad de todos los cristianos, y sobre todo entre católicos y ortodoxos”. Esos esfuerzos parecen orientarse en tres direciones.
• En primer lugar, desean apoyar el diálogo teológico actual sobre las cuestiones más difíciles que han marcado la historia de la división entre ambas Iglesias. Para ello, aseguran su ferviente oración como pastores de la Iglesia, y piden a los fieles que se unan a ellos rogando que «todos sean uno,... para que el mundo crea» (Jn 17,21).
 • Además, el Papa y el Patriarca expresan su  preocupación por la situación actual en Irak, Siria y todo el Medio Oriente y escriben: “Estamos unidos en el deseo de paz y estabilidad, y en la voluntad de promover la resolución de los conflictos mediante el diálogo y la reconciliación”.
• Conscientes de la persecución de muchos cristianos, obligados a dejar sus hogares, recuerdan que «si un miembro sufre, todos sufren con él; si un miembro es honrado, todos se alegran con él» (1 Co 12,26). Esta ley de la vida cristiana, sugiere también un ecumenismo del sufrimiento: “Así como la sangre de los mártires ha sido siempre la semilla de la fuerza y la fecundidad de la Iglesia, así también el compartir los sufrimientos cotidianos puede ser un instrumento eficaz para la unidad”. 
 Pero el ecumenismo ha de ir más allá de las fronteras cristianas. Precisamente por eso, ambos líderes religiosos declaran que “musulmanes y cristianos están llamados a trabajar juntos por el amor a la justicia, la paz y el respeto de la dignidad y los derechos de todas las personas”, sobre todo en las regiones en las que un tiempo vivieron en convivencia pacífica, y en las que ahora sufren juntos los horrores de la guerra. 
  Los cristianos no podemos tolerar el drama y el escándalo de la división. El Papa Francisco y el Patriarca Bartolomé I nos invitan a colaborar en un ecumenismo de la verdad, del sufrimiento y de la promoción de la paz y la justicia. En nuestra oración hemos de pedir que “el Señor conceda el don de la paz en el amor y la unidad a toda la familia humana”.
                                                                                           
                                                                                        José-Román Flecha Andrés